Al amor de mi vida

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No quiere volver a amarla, siempre el mismo arpegio. Los ojos en chispas, vivaces. El mismo arpegio su suspiro, su caminar con gracia, mariposa errante, y escribir esto resulta: el colapso de la resistencia formada por palabras no tan nefelibatas.

El armisticio, ser un poco mas animales, dislocados hechiceros, soñadores descolocados. Sacarnos de cabales y no perdonarnos.

Aun así nos seguimos amando, queriendonos y adorandonos, añorandonos. Romanticismo inconsciente, cariño intrascendente. Así es como yo y el amor de mi vida disfrutamos de la maldicion de no terminar de olvidarnos.

Las cronicas de mis utopicas putasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora