Para el angelito

11 1 0
                                    

Y encontré lo esperado: un conejito estelar brincando de aquí a allá, viajando al olimpo para saludar a Caliope. De sonrisas trascendentales   y guiños, un poco de encanto con dejes de blanco. Y su sonrisa cómica, iridiscente que desasona  a toda musa pasada por parecer mas ángel. Nesecitaba de la aparición del conejito estelar, jugando a no quererme.

Brincando de aquí para allá, entre mi sienes, volviendo a hacer parecer el querer una peripecia digna de nadar, digna de narrar. Cósmica, iridiscente el decir que no sabe como sobrevivir a mi necedad.

De yo verte a lloverte en forma de la pregunta:  ¿quieres llorar conmigo? La peripecia de turno, destinada y un poco maldita, amarrada un poco entrelazada, mas bien trenzada; librando una batalla entre si terminar de quererte o terminar de escribirte.

Las cronicas de mis utopicas putasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora