Otra vez la misma historia. Volvía de nuevo al instituto después de tres meses de vacaciones. La sola idea de volver a tener un libro de Física y Química en mis manos me estremecía de arriba a bajo. Ya sabía perfectamente que tendría que aguantar a ciertas personas realmente irritantes como Ben o Chelsey. Mis padres irrumpieron en mi habitación hechos una furia por mi lentitud e intentaron hacerme ir más deprisa, pero yo por las mañanas tengo una velocidad límite. Por la calle, mientras andaba hacia el instituto, me pareció ver a Brian, mi mejor amigo. Al principio creía que me lo había imaginado, pero no, allí estaba. Corrí hacia él como si no hubiera un mañana y lo abracé con una fuerza que ni yo sé de dónde saqué, teniendo en cuenta lo temprano que era (solía ir muy dormida por las mañanas).
-Brian. -Mascullé pegando mi cara en su pecho. -Creía que no iba a volver a verte.
-Pues aquí estoy. -Respondió él entre risas.
Me separé de él levemente y estudié su rostro. Pálido, ojos azules como el firmamento, pelo castaño... No había cambiado mucho. Brian tuvo que irse de aquí por motivos familiares y se mudó a Francia. Cada día hablaba con él por teléfono, pero nunca me había dicho que volvería aquí de nuevo. Lo volví a abrazar y él escondió su rostro en mi cabello. Después de un rato de estar hablando sobre nuestras vidas, tuvimos que correr para llegar a tiempo a la primera clase del nuevo curso. Una vez llegados, buscamos nuestro nombre en cada lista que había colgada en cada clase. Finalmente encontré mi nombre en el aula 213 y Brian estaba en la misma que yo. Nos pusimos muy contentos, ya que volveríamos a estar juntos como en los viejos tiempos, después de pasar cinco años separados por muchísimos quilómetros.
-Buenos días. -Saludó el profesor al entrar. -Soy Alan Stevans, encantado de conoceros a todos. Estoy seguro que seréis una grandísima clase.
Me percaté de que Laura, una de mis mejores amigas de la clase, me intentaba decir algo mediante signos. Me fijé en lo que intentaba comunicarme, pero no entendí nada. El profesor me llamó la atención por estar despistada y oí a Chelsey reírse.
-"Ya empezamos."-Pensé para mí misma.
Ya estaba acostumbrada a las burlas de Chelsey, pero igualmente me seguían molestando mucho. Me giré y vi que Laura miraba con odio a la diva (Chelsey). Después de dos horas seguidas de clase salimos al recreo, dónde me encontré con Laura, Jessy y Maggie. Ellas seguían igual que el año pasado. Laura seguía siendo la típica chica extrovertida y graciosa, Jessy tímida pero charlatana (extraño, lo sé, pero cuando cogía confianza no había quien la hiciera callar) y Maggie igual de risueña, también seguía volviendo locos a todos los chicos del curso.
-Werney. - Me llamó la voz de Ben. Suspiré y me dí la vuelta en el banco para mirarlo.
-¿Qué quieres Ben?
-Solo venía a saludaros. -Luego mira a Jessy y sonríe. -Oh, Jess, no te había visto ¡sigues igual de invisible!
-¿Qué le has dicho? -Preguntó Maggie levantándose. Ben sonrió y se acercó a ella peligrosamente.
-Que es invisible, igual que tú.
-¿Crees que por meterte con la gente vas a ser más conocido? -Pregunté perdiendo la paciencia.
-No, solamente es para divertirme.
-Hay otras formas de divertirse. -Masculló Laura enfadada.
-Ya veremos lo divertido que se te hará cuando te quedes totalmente solo. -Dije con una sonrisa. Él se rió con ganas y sacudió la cabeza.
-Ellos nunca se alejarán de mí.
-Lo que tú digas.
Finalmente él y sus cómplices Jack y Sean se alejaron con aire de superioridad. Sonó el timbre que anunciaba la vuelta a las clases y de nuevo entramos al aula 213. Después de otras horas interminables de clases, nos tocó ir a comer. Por suerte empezamos un miércoles, día que acabábamos el instituto después del almuerzo, igual que el viernes. Me senté en una mesa y esperé a que mis amigas también lo hicieran. Miré a Maggie y algo diferente vi en ella. Algo en su ropa. Poco después me di cuenta de que lo que encontraba extraño era su corbata del uniforme. Le habían dibujado un corazón y ella trataba de esconder ese dibujo todo el rato.
ESTÁS LEYENDO
Apariencias
RomanceAlice Werney era la típica chica de familia rica. Aunque ella no quería admitirlo, era una chica mimada y todo lo que deseaba, lo tenía. Pero todo el mundo puede tener un mal día, ¿verdad? Siempre hay más de una opción, pero tú decides. ¿Quieres ac...