Capítulo 26.

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-Ni se atrevan a disparar. -Ordenó El Blanco amenazante, apuntándolos con su dedo índice.

-¿Por qué deberíamos de hacerte caso? -Lo retó Gastón, mirándolo fijamente a los ojos desafiante, girando el gatillo; con solo apretarlo la bala pararía en el cráneo de su enemigo.

-¡Porque yo lo ordeno y no les conviene perder a una de las chicas que supuestamente deben proteger! -Gritó ya desesperado El Blanco, no quería morir; no, ahora que lo pensaba mejor no quería morir de esa forma.

-¿De qué hablas? Las chicas están a salvo. -Habló Ruggero ahora, miró a sus costados y pudo ver a uno de los secuaces caminando con Carolina -Oh no... -Susurró.

Carolina estaba en frente de los chicos, la amenazaban con una pistola la cual estaba en su cabeza, Agustín intento acercarse para salvarla pero se lo detuvieron. Él trató de soltarse pero no pudo.

-Ni te atrevas Bernasconi. Dejaran sus armas en el suelo si no quieren que le dispare a esta preciosura. -Dijo El Blanco acariciándole el rostro a Carolina. Ella se alejó mirándolo con asco.

Agustín por su parte la bajo rápidamente temiendo por la vida de su castaña. Quiso golpearse mentalmente al darse cuenta que la había vuelto de su propriedad.

-¡Ah! -Chilló Malena por detrás.

Pateó a El Blanco, quién cayó al suelo seguido por su secuaces quienes fueron empujados por Valentina.

-¡Toma puto! -Gritó Malena victoriosa.

Gastón la miró sorprendido, se veía una chica tímida e inocente pero era lo contrario.

-Malena... Cambiaste -Susurró Gastón hipnotizado por su forma salvaje, sí, estaba tontamente enamorado. Malena rio.

-No juzgues a un libro por su portada -Dijo y le guiñó su ojo.

-Si yo caígo se caen conmigo. -Habló Juandesde el suelo, interrumpiéndolos. Con dificultad agarró la pistola y disparó, la bala dio en el estómago de Carolina.

Su cabeza rebotó en el suelo.

-¡Mierda! -Gritó Agustín, se dirigió a donde ella y le tomó la cabeza tratando de despertarla.

Todo fue en vano, no despartaba. Se dirigió donde el Blanco y agarro su pistola.

-¡Maldito seas! -Disparó, tantas veces hasta lograr descargar la rabia que tenía.

Llamaron a Victor y este los dirigió a el hospital de espías.

Horas y horas pasaban pero no había señal de Carolina.

Curaban igualmente heridas de todos.

Pero Agustin no se había dejado tocar por nadie, estaba angustiado, queria saber de su Carolina y nadie le decía nada, solo veía que enfermeras y doctores entraban y salían de su habitación y ya comenzaba a imaginarse lo peor.

-¡Familiares de Carolina Kopelioff! -Gritó un doctor.

Agustín se paró rápidamente y se dirigió hacia él, mentalizándose para lo peor.

(...)

A mi me sorprende saber que siguen votando, xd.

♡[Si lees una novela con igual título y/o trama y en ninguna parte dice "adaptada" avísenme, me están plagiando.]♡

-Voten y Comenten.

-javiii lxs ama♡.

La Misión | Elenco de Soy Luna.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora