Hey, chico que me gusta ©

Sueños del pasado: Parte 2

En un cilindro de un parque de juegos se encontraba un chico castaño de 13 años frente a una fémina de la misma edad de hebras color castaño, ambos se encontraban comiendo galletas de la madre de este.

El chico de ojos azules se encontraba algo nervioso aunque no lo pareciera, le confesaría a su mejor amiga que le gustaba, desde hacia ya mucho tiempo este sentimiento estaba dentro de él, al igual que todas las sensaciones desconocidas en su estomagó, las cuales según su mamá eran "maripositas en el estómago", le parecía la mas bonita de todas después de su madre. También la veía; mucho, riendo, jugando, corriendo, leyendo, y en mas de una ocasión sus miradas se encontraban causando un sonrojo de ambas partes.

Después de haber terminado de degustar la galletas se armó de valor y empezó:

—Júpiter, nos conocemos hace 7 años, nunca me ha gustado estar rodeado de personas, pero tu compañía siempre me hace feliz —para este punto ya estaba tan rojo como un tomate — me pareciste muy bonita, aunque tuvieras la cara hinchada y roja de tanto llorar como el día que te vi por primera vez. Tu haces que mi estomago se remueva, mi mama dice que son mariposas, y que aparecen cuando alguien te gusta mucho o estás muy emocionado. A lo que quiero llegar es que, me gustas. 

Cuando por fin fue capas de ver a los ojos de la castaña se encontró con que esta estaba sonrojada igual o más que él, pero también tenía una sonrisa pintada en sus labios.

—Tu también me gustas, Matt. — Y lo que paso después lo tomo por sorpresa, ella había presionado sus labios con los suyos como en la telenovela que su mama veía en la tv. Fue efímero, pero lo suficiente para ellos. —¿Quieres ser mi novio?

—Sí pero, ¿no debería yo decir eso? —Las de hebras castañas y orbes verdes solo se encogió de hombros.

—No, yo ya lo hice. Pero nadie se puede enterar, papa dijo que nada de novios hasta los cuarenta. Bueno, tu mama si.

— Okey... ¿me das otro de esos? — Mientras señala los labios de ella, sonrojándose.

Ella se acercó lentamente...

Vuele a rememorar el sueño con el que había despertado esa madrugada. No recordaba de nada esa escena, al parecer el chico era el pero, ¿quien era ella?.