Nobody Like Us [Joker & Tú]

~Capítulo 23

Narra Joker:

La Señorita San Martín está parada frente a mí con ese hermoso vestido que le queda perfecto, parece una Princesa. Mi Princesa. Las luces de los árboles nos iluminan y puedo apreciarle su bello rostro que se muestra algo preocupado.

—Fue hace diez años. Yo tenía diecisiete, a pocos meses de cumplir los dieciocho. Ocurrió dos años antes de la tragedia de tu Padre y supongo que tenías quince— Ella asiente.

—Eso quiere decir que nos llevamos por dos años Jey, tú veintisiete y yo veinticinco— Dice sonriente, su conclusión me provoca gracia.

—Así es Señorita San Martín, por eso nos llevamos tan bien— Le guiño un ojo y ella ríe mientras niega con la cabeza, señal de nerviosismo. Bien Joker, es momento de la verdad.

—Mi familia estaba compuesta por mi Madre Eveline; mi hermano mayor de veinte años, Diego; mi bella pequeña hermana menor de catorce, Julieta y el jefe de familia, mi Padre André Napier y yo...— Hago una pausa cuando recuerdo aquel chico que sólo había amor dentro de él. —...Jack Napier. No tenía esta apariencia— Me apunto el rostro, ella me mira fijamente. 

—Mi Papá trabajaba en una empresa de minería junto con Alex, mi amigo. A mi Padre lo ascendieron a ser Presidente de la empresa por su esfuerzo, trayectoria y dedicación. Todos estaban de acuerdo, excepto uno— La oscuridad comienza a aflorar en mi pecho con toda su fuerza. —Bruce Wayne—

Flashback.-

Como cada noche luego de la cena, jugamos una partida de cartas con toda mi familia incluyendo Julieta. Miro la cara de alegría de Papá cuando le queda sólo una carta para ganar al igual que a mí.

—Es mi turno— Murmuro cuando saco una carta de la baraja, hago una mueca de disgusto cuando la veo.

—Creo que yo seré el ganador— Dice mi Padre cantando, odia la idea de perder.

—Lo siento pero...— Lanzo el comodín a uno de los tríos y dejo la carta restante boca abajo en el montón. —Acabo de ganar yo— Alzo los brazos victorioso mientras que mi Papá lanza la carta a la mesa.

— ¿Ahora entiendes por qué le digo Joker a Jack, Evie? — Se dirige a mi Madre. —Siempre gana con los Joker— Con Diego soltamos una carcajada, Mamá le da un suave golpe en el hombro.

—Ya te dije que nada de apodos a los niños— Se pone de pie para juntar las cartas y guardarlas. —Y vayamos a la cama porque los chicos tienen clases y tú debes trabajar André— Nos paramos de la mesa enseguida.

—A propósito de eso Papá, ¿Cómo te ha ido con tu nuevo puesto de Presidente? — Pregunto porque ya lleva unas semanas a cargo de la empresa y no ha hablado mucho del tema.

—Bien— Dice dudoso. —En realidad a Bruce Wayne no le agrada mucho la idea— Añade.

Ese Bruce Wayne siempre dándole problemas a mi Padre, nunca le ha gustado que a mi Papá le vaya bien en su trabajo ni mucho menos acepta que ahora él sea su jefe.

—No te preocupes Papá, Wayne no puede hacer nada para quitarte ese puesto— Diego se acerca y lo abraza.

—A si es Papito, tú te lo has ganado, te lo mereces— Digo uniéndome al abrazo, las chicas también se acercan y nos damos un abrazo familiar recargado de amor y apoyo para mi Padre. —Los amo—

Desayunamos todos juntos antes de ir a hacer nuestras actividades por separado, siempre hemos sido una familia muy unida y eso me encanta.

—Nos vemos a la hora de almuerzo— Mi Mamá me da un abrazo antes de irme a la Universidad.

—Bien. Te quiero— Le doy un beso en la mejilla.

Es mi primer año de ingeniería y estoy fascinado, aún no me decido por cuál rama tomar pero me queda tiempo para elegir aunque la tecnología es mi fuerte. Me acaban de informar que tengo clases todo el día así que no podré ir a almorzar con mi familia hoy, le diré a mi Madre para que no me espere.

La llamo pero no hay respuesta. A la tercera vez que marco, mi Mamá contesta.

—Hola mami, te llamo para decirte que no iré a almorzar— Camino por los jardines de la Universidad tranquilamente.

—Jack no vengas a casa— Susurra con voz afligida como si se estuviera escondiendo.

— ¿Qué ocurre Mamá? — Interrogo, una fuerte puntada me da en el pecho.

—Hay unos hombres con armas...— Me paro en seco. —Hijo, por favor no vengas a casa— Su voz se entrecorta, puedo notar que está llorando. Un estruendo fuerte se escucha desde la otra línea. —Te amo hijo—

Un grito proveniente de mi Madre es lo último que se escucha antes de que la llamada se corte. Me quedo paralizado mientras siento que toda la temperatura de mi cuerpo se evapora. Sin darle más rodeos, me echo a correr a mi casa.

Logro llegar a la casa luego de que casi me atropellara un auto, antes de entrar miro por la ventana del living, veo a dos hombres de tamaño alto pero uno es un poco más pequeño que el otro. Tienen a mi Padre arrodillado frente a ellos que me están dando la espalda ¿Qué mierda está pasando?

— ¿Qué quieres Wayne? — Pregunta mi Papá cuando sube la vista a ellos, tiene un lado de la cara lleno de sangre. ¡Qué le han hecho!

—Tú Napier, me has quitado la empresa y eso yo no lo permito— Contesta el más grande de ellos. Trago saliva, él es Bruce Wayne. —No soy un simple administrador, merezco más—

—Si me matas, los gerentes lo van a saber y ni creas que te darán la Presidencia— Mi Papá habla con demasiada dificultad.

—Ellos ya saben que vas a morir, el dinero compra a cualquiera— Suelta una carcajada junto con el otro hombre.

—Deja a mi familia, ellos no tienen nada que ver en la empresa—

—Demasiado tarde Andresito, Jason ya los mató a todos, están en la cocina— Rodeo la casa hasta llegar a la ventana de la cocina, al asomarme siento como si me hubiesen atravesado el corazón con un cuchillo.

Veo a mi Mamá tirada en el piso cubierta de sangre, un poco más allá está Diego con su torso perforado de balas y al lado del refrigerador está mi pequeña hermanita boca abajo... muertos. Me llevo una mano al cabello mientras que rompo en llanto silencioso.

Veo un hacha situado en un tronco y la tomo, malditos desgraciados. La rabia se apodera de mí, vuelvo a la ventana y aún tienen a mi Padre en esa posición. Mi Papá se percata de que estoy ahí, aprieto el hacha con fuerza y él me niega con la cabeza asustado, en sus labios puedo leer que me dice "no por favor". Dejo caer el hacha cuando veo lágrimas correr por su mejilla. Lo miro por última vez, ambos lo apuntan, él me dedica una leve sonrisa y yo cierro los ojos con fuerza cuando escucho los estruendosos disparos.

Corro de la casa alejándome de las llamas que la cubren, los desgraciados decidieron borrar todo los rastros. Me estoy desgarrando por dentro... Han masacrado a mi familia, personas inocentes, buenas. Han matado todo de mí, Jack Napier desde ahora está muerto...y esto no se va a quedar así. 

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