Capítulo I

885 56 18
                                    

Abrí mis ojos con dificultad y divisé pequeñas manchas coloridas a mi alrededor.

—¿Dónde estoy? —Pensé tratando de salir del transe en el que estaba. Quise sentarme para poder ver mejor el lugar, pero me fue imposible mover mis extremidades.

Desesperado miré hacia los lados intentando recordar el porqué estaba ahí y porqué mi mente no recordaba absolutamente nada. Aclaré un poco mi vista parpadeando repetidas veces, hasta que por fin logré ver a una chica que se acercaba a mi con entusiasmo.

¡Ha despertado! —Gritó con esmero y salió de la habitación.

Parpadeé y logré ver una silueta entrar nuevamente. Era un hombre bastante alto. Se abalanzó hacia a mi como si su vida dependiera de ello.

¡Rubén!, ya tenía miedo de perderte... —Susurró muy cerca de mi oído, al borde de las lágrimas.

No podía reaccionar frente a esa situación, me sentía ajeno a todo lo que pasaba alrededor. ¿Quién era el chico que me abrazaba?.

Ru-Rubén, ¿Te acuerdas de mi? —Se separó un poco de mi pecho para poder guiar su mirada hasta mis ojos.

Miré los ojos de aquel chico, y note que rodaban pequeñas lágrimas por su mejilla.

Y luego de un par de segundos, recordé su rostro, sus labios y su característico olor.

—¿Ma-Man... Mangel? —Vi como esbozaba una pequeña sonrisa al haber pronunciado esas pequeñas palabras.

Volvió a abrazarme con fuerza y posicionó sus manos en mis mejillas, se acercó lentamente y juntó su nariz junto a la mía.

No quiero volver a perderte pequeño —Suspiró con alivio.

Traté de acomodarme en la cama, pero al tener parte de mis extremidades fracturadas me fue imposible. Miré a Mangel con desesperación, no sabía si podría volver a moverme de nuevo.

—¿No podré? —Emití a penas, con un nudo en la garganta.

—Tranquilo, sólo te inmovilizaron por un tiempo. Se quebró parte de tu cadera y un brazo, pero solo falta un mes para que te saquen todo esto —Acarició mi cabello para que me calmara.

Lo miré confundido y con pena, ya que me abrumaba ser tan dependiente de todos, así no podría hacer nada solo.

Todo era demasiado rápido, o eso creía yo... ¿Cuánto tiempo ha pasado?.

Minutos más tarde entraron unas enfermeras, que rápidamente comenzaron a examinarme y a revisar mis signos vitales. No pude evitar mirar mis piernas cuando quitaron la sabana que me cubría, tenía un yeso que tapaba mis piernas y parte de mi cadera. De verdad parecía una momia por lo blanco y porque no dejaba moverme.

Mangel me lanzó una mirada un tanto reconfortante, no era fácil para mi verme en esa situación. 

Aún no recordaba todo con claridad, tenía enormes lagunas mentales del porqué estaba ahí.

Estaba cansado y notoriamente perdido.

Volví a fijar mi vista en el yeso, miré mi entrepierna y vi un bulto blanco, que por un momento pensé que era mi ropa interior. Pero me equivoqué.

Una chica reclinó la cama y me destapó por completo, dejando al descubierto el gigantesco pañal que llevaba puesto.

—¿Por qué llevo eso puesto? —Pregunté confundido.

—Porque no podemos llevarte hasta el baño, sería muy complicado para ti —Sonrió la chica mientras desabrochaba las cintas.

—Pe-pero yo no quiero llevar eso, no quiero hacerme encima —Respondí al borde del llanto, me sentía muy humillado.

—No será por mucho tiempo joven —Fijó su vista en mi entrepierna para limpiarme y probablemente ponerme uno limpio.

Sentí como Mangel se acercó a coger mi mano y darme un escaso beso, me pidió que estuviera tranquilo y obedeciera las ordenes de las chicas. Se marchó y me prometió que volvería junto a mi familia. Todos debían saber que ya estaba bien.


*Narra Mangel*

Lo ví muy sorprendido al ser cambiado, es probable que no recuerde lo del ageplay.

Por una parte es bueno, ya que no necesitaría ese tratamiento para canalizar sus problemas, pero yo, yo extrañaría demasiado a mi pequeño.

¿Qué haré con sus cosas?, no puedo tirarlas a la basura... Pero tampoco quiero obligarlo a ser como era antes.

—Todo a su paso Mangel —Me repetí en un suspiro —Ya habrá tiempo para explicar y aclarar todo.


Un mes y medio más tarde...


Ya van tres meses del accidente, Rubén ha ido en constante recuperación dentro del hospital a pesar de que estuvo un buen periodo en coma.

Fue como empezar de cero, Rubius estuvo mucho tiempo en cama, básicamente porque los yesos lo limitaban demasiado. Por suerte las lesiones no eran tan graves, así que no fue tan difícil que las fracturas volvieran a sanarse.

Recuerdo todo con nostalgia y alegría a la vez por los logros que pudo hacer acá. Aprendió a comer solito, a caminar con muletas e ir al baño. Si, como lo han leído, ha dejado los pañales como un niño grande.

Hay cosas que no se pueden evitar, y creo que dejar que crezca ha sido una decisión mas fuerte para mi que para él.

Por fin estamos saliendo del lugar donde nunca imaginé estar por tanto tiempo. Vi a Rubén muy mal y en estado crítico, por un momento pensé en que jamás podría caminar y ser el mismo, pero el tiempo me ha demostrado lo contrario.

—¿Vamos a casa? —Alguien interrumpió mis pensamientos y hundió su cabeza en mi hombro.

Sólo le sonreí, había estado esperando mucho tiempo este momento. Nadie imagina lo feliz que estaba.

—Claro que si, amor —Le abrí la puerta del auto.


--------------------------------------

Nuevo capítulo, mañana continuo <3 un abrazo enoooorme 

LIKE Y FAP <3

&quot;Little secrets&quot; (SEGUNDA TEMPORADA LITTLE BOY) - Elrubius ageplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora