Desalmado

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Advertencia: SouRin.




—Un día debemos ir a tomar un café, pensé que eras un aburrido, Nanase—soltó una risa aquel joven que va saliendo del ascensor.
—Claro, pero hoy no, le prometí a Makoto que llegaría temprano—dijo con una pequeña risa.
Yamazaki Sousuke es un médico del área de quirófano y tiene a su cargo al residente Nanase Haruka que siempre se mostraba tan indiferente a todo, ese día habían tenido una guardia algo aburrida, así que ambos empezaron a charlar y notaron que tenían mucho en común.
Ambos charlaron un poco en la entrada, sin notar que alguien observaba a lo lejos la escena mientras el humo del cigarrillo ascendía despacio.
—Debo irme ya—dijo el joven Nanase con aura tranquilo y Yamazaki le despidió con la mano, mientras que aquellos ojos cual fiera al acecho le seguían y murmuró​ el nombre del joven residente, "Nanase".
                                ~🌹~
Haruka estaba terminando de colocarse su camisa cuando su pareja se paró recargandose en el marco de la puerta.
—¿Piensas volver muy tarde, Haru?
—No lo sé, Makoto. Creo que tengo guardia.
El ojiverde soltó un suspiro resignado, y Haruka sonrió, Makoto era profesor en una escuela primaria, ambos eran pareja desde la preparatoria, y ahora era contado el tiempo que podían estar juntos.
En ese instante, el teléfono sonó, Makoto dijo que el iría, mientras que los ojos azules de Haruka seguían su camino.
—No, mejor no contestes...—Habló Haruka desde la habitación.
—Haru, no podemos seguir así—le dijo yendo y descolgando el auricular.
—¿Hola?—frunció el ceño—No, no tienes ningún derecho de llamarme así—gruñó mientras Haruka se acercaba despacio—¡No, maldita sea! Ésta es una casa honrada, ¡Deja de llamar de esa forma a mi novio...!—se despegó el auricular del oído y gruñó, mientras Haruka le abrazaba por detrás recargando su mejilla en la espalda del más alto.
—Era ese chico enfurecido otra vez, me dijo que... Agh, no sé para qué te digo...—Makoto volteó a verlo con el ceño fruncido—¿Qué sucede, Haru?
—No lo sé, de verdad...—Haruka besó los labios de Makoto y después se dió la vuelta.
—Haru, ¿De verdad tienes que ir a trabajar?—preguntó Makoto angustiado.
—Sí, Makoto...—tomó el rostro del castaño y después acarició sus mejillas—Estaré bien, no te preocupes.
Haruka salió de ahí y comenzó a caminar por la calle, al principio no se dió cuenta, pero un auto lo iba siguiendo de cerca, no fue hasta que intentó orillarse cuando Haruka lo notó y corrió por la calle llamando a un taxi, el cual se detuvo, sin darse cuenta que aquellos ojos de fiera lo miraban alejarse, repitiendo su nombre una y otra vez.
                                ~🌹~
—La laparoscopía es a las 11:00—habló Haruka mientras caminaba con Yamazaki a un lado.
—Gracias por recordarlo, Nanase...
Y de pronto un pelirrojo apareció delante de ambos, un pelirrojo de ojos carmesí que sonreía con suavidad.
—Rin, ¿Qué haces aquí?—preguntó Yamazaki un poco confundido.
—¿Y tú quién eres?—preguntó volteando a ver a Haruka.
—Soy Nanase Haruka soy médico...
—Sé quién eres—interrumpió Rin volteando a ver al más alto de los tres—lo que me sorprende es que Sousuke nunca me haya hablado de ti.
Un silencio incómodo se formó a continuación y después el pelirrojo extendió su mano al joven residente.
—Soy Rin, Yamazaki Rin, estamos casados. ¿De mí si te ha hablado?
Y Haruka lo notó, tal vez ese chico estaba teniendo una mala impresión de la relación que tenía con Yamazaki Sousuke, aunque fuera meramente profesional.
—Eh, bueno, con permiso—dijo Haruka con el ceño ligeramente fruncido, no quería que todo eso se prestará para un escándalo que pudiera afectar su relación con Makoto o su carrera.
Cuando Haruka estuvo lejos, Sousuke tomó con rudeza la mano del pelirrojo y lo arrastró con él hasta su consultorio.
—¿Qué mierda estás haciendo aquí, Rin?
—Quería que fuéramos juntos a ver algunas cosas para la remodelación de la casa.
—Yo no tengo tiempo, hazte cargo tu de tus asuntos.
—Es que tú eres mi asunto—murmuró el pelirrojo mientras llevaba sus manos a los hombros del azabache y los acariciaba despacio.
—Rin, por favor.
Rin se acercaba cada vez más tratando de quitarle la bata al de ojos agua, pero Yamazaki lo empujó.
—¡Estamos en el hospital, Rin, no seas patético!
—Pero yo...—le miró con súplica.
—¡Eres un maldito desesperado! ¡Eso eres!
Los ojos de Rin se humedecieron, su matrimonio ya había acabado hace un tiempo, Sousuke ya no le quería, se lo había dicho y demostrado de tantas formas, pero el pelirrojo aún confiaba en que podía volver a intentarlo.
—Escucha, ya me di cuenta y yo soy el problema.
—¡No!—dijo Rin tomando entre sus manos el rostro del más alto—Sé que puedo mejorar, tú no eres el del problema.
—Ya, basta, ten un poco de orgullo—se apartó casi empujando al pelirrojo el cual sintió sus piernas temblar escuchando como los pasos de Sousuke iban hacia la puerta.
—No te voy a rogar, Sousuke...—y sin voltear a verlo, y con los ojos llenos de lágrimas, escuchó a Sousuke acercarse de nuevo—Quiero que lo hagamos...
Sousuke soltó una risita seca y después tomó al pelirrojo de los hombros y suspiró.
—Rin, ¿Qué te parece si vas a ver lo de la remodelación? Quien sabe, igual y te encuentras un obrero que te dé lo que quieres—dió un beso en la cabeza del pelirrojo antes de dejarlo ahí.
—Muy pronto, Nanase... Muy pronto...—susurró mientras las lágrimas caían por sus mejillas.
                                 ~🌹~
—Siguen hablando en mi casa, Makoto contestó y le dicen lo mismo, que me cuide, que me van a matar—habló Haruka a Nagisa, un enfermero instrumentista, se llevaba bien con él.
—¿No tienes idea de quien pueda ser?—preguntó Nagisa angustiado.
—No. La verdad, no lo sé.
—Pues... Deberías ir a reportarlo a la policía—dijo Nagisa y Haruka rodó los ojos con fastidio.
—Debe ser algún enfermo.
—Por eso...
                               ~🌹~
Una semana después, cuando Haruka se disponía a ir a su guardia nocturna, escuchó su nombre en la calle, después miró que se trataba del pelirrojo, el esposo del doctor Yamazaki.
—Buenas tardes...—saludó Haruka algo incómodo por lo que había pasado días atrás.
—¿Te llevo?—preguntó Rin con una suave sonrisa.
—No, gracias... Voy a tomar un taxi.
—Por favor... Dame la oportunidad de ser tu amigo, quisiera que me ayudarás a mejorar mi matrimonio.

Haruka suspiró y después abrió la puerta del auto mientras que Rin sonreía de lado mirando hacia enfrente.
Con cuidado sacó una jeringa cargada de anestesia, volteó a ver a Haruka una vez más, y después de que Haruka cerró la puerta, Rin enterró la aguja de la jeringa en el muslo del azabache, Haruka volteó a verlo con miedo y después Rin le sonrió.
—No te preocupes, no te va a pasar nada. Es un analgésico.
Haruka se levantó como pudo e intentó abrir la puerta del auto, pero Rin logró tomarlo de los cabellos y tirar de ellos para impedir que bajara.
De pronto la anestesia hizo efecto y Haruka no pudo escapar, cayó inconsciente y Rin cerró la ventanilla del auto, mientras se llevaba un cigarrillo a la boca.
—¿Sabes? Tú y yo tenemos mucho en común, yo también quise ser médico, era residente, de hecho Sousuke y yo éramos residentes; pero bueno, de eso hablamos más tarde—volteó a ver a Haruka y acarició su cabello—Tu y yo tenemos mucho de que hablar.
Colocó el seguro del auto y comenzó a avanzar.

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