Le dió suaves caricias en la mejilla mientras se encargaba de quitarle la mordaza, él lloraba y se quejaba, era lo peor que nunca había pasado, lo único que ahora deseaba era salir de ahí, ver a Makoto una vez más, pero lo único que podía ver, eran dos pupilas ardiendo en ira.
—¿Sabías que yo también estudié medicina?—Preguntó el pelirrojo con suave voz mientras levantaba una pequeña caja de madera en perfecto estado—Sí, sí sabías—contestó en el lugar de Haruka.
Sacó un bisturí y lo observó con detenimiento.
—Llegué también a hacer mi residencia, ¿Sabes cual era mi especialidad?—y con una sonrisa levantó el bisturí por encima de su cabeza, mirando su reflejo en el filo del instrumento.
—La cirugía...—finalizó dándose la vuelta y sonriéndole a Haruka—Ahí empecé a salir con Sousuke.
Detuvo su andar cuando estuvo frente a Haruka y después sonrió con alegría al recordar aquellos momentos.
—Él era un joven brillante, imagínate, es uno de los pocos médicos jóvenes en llegar a ser jefes de la residencia...—levantó de nuevo el bisturí, fijando sus ojos carmesí en él—¿Sabes que fue lo que siempre admiró de mí? Lo bien que podía usar el bisturí.
Y después, de un tirón, arrancó la camisa del azabache, el cual comenzó a moverse pidiendo que se detuviera, pero no lo hizo; el bisturí cortó su pecho, justo debajo de la clavícula, pasándolo muchas veces, la sangre comenzó a brotar de las heridas.
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—Y es verdad, Haru había empezado a hablar con ese médico, pero conozco a Haru, lo conozco más que a cualquier persona, él no haría nada indebido con alguien que acaba de conocer.
—¿Cuál es el nombre de ese médico?—preguntó Rei y después Makoto volteó a verlo.
—Yamazaki, Yamazaki Sousuke. Me lo dijo Nagisa, es amigo de Haru.
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—Bueno, el Doctor Yamazaki y Hazuki-kun acaban de salir de una cirugía...—dijo el joven enfermero de cabello grisáceo al detective de cabello anaranjado, después volteó su cabeza y le sonrío—mira, son ellos.
El joven asintió y después agradeció la atención, se acercó a ambos y mostró su placa.
—Buenas tardes, soy Mikoshiba Momotarou, soy detective.
Sousuke se detuvo al igual que Nagisa.
—Es sobre Nanase—dijo al aire Yamazaki—Soy Sousuke Yamazaki.
—¿Me puede acompañar, por favor?—preguntó el joven detective y Yamazaki asintió—Disculpe, ¿Usted es Hazuki Nagisa?
Preguntó también y Nagisa asintió, entonces Momotarou le pidió también que los acompañara.
—Iremos a cambiarnos, y los acompañamos—dijo Sousuke y Mikoshiba asintió, para después verlos alejarse al final del paso.
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Haruka cabeceaba de sueño, mientras Rin fumaba un cigarrillo, ahora los recuerdos llegaban a su cabeza.
—Makoto...—y entonces Haruka comenzó a llorar de nuevo mientras llamaba a Makoto, Rin rodó los ojos con fastidio, ¿Era lo único que sabía hacer? ¿Llorar?
—¿Eso era lo que querías, no? Que yo me quedara solo... Ahora sabes lo que se siente que la persona que quieres no venga por ti...—Haruka no escuchaba nada de lo que decía Rin, lo único que podía hacer era llorar por Makoto.
—Así le gustan a Sousuke, como tú, lindos, a él no le gustan como yo, rotos por completo... Así ha sido por mucho tiempo, ¿Sabes? Y yo no pude decir nada, lo único que podía hacer era quedarme callado...—después soltó una risa suave y melodiosa—no me lo imagino, si yo saliera con otra persona, Sousuke estaría pudriéndose de celos, él es alguien muy celoso...—después volteó a ver a Haruka que seguía llorando y llamando a Makoto, tenía un brazo roto, una herida en el pecho, otra en la cabeza, moretones en cualquier lugar de su rostro, ahora no podía pensar en otra cosa, Rin sonrió, como si no pudiera notar que el azabache estaba sufriendo, le llamó dos veces, en las cuales fue ignorado, frunció el ceño y en un acto súbito, enterró su bisturí en el muslo del azabache, el cuál soltó un grito y calló su llanto volteando a verlo.
—¿Me estás poniendo atención?—preguntó Rin, después se levantó e hizo un suspiro de sorpresa—Que horror, tu cara se ve tan fea, Nanase... ¿Cómo pretendes gustarle a alguien si te ves así de horrendo?—se paró delante de él y sonrió—Te hace falta un poco de brillo.
Le dijo y Haruka negó con temor, Rin se acercó con una toalla húmeda y comenzó a limpiar la sangre que no paraba de salir, aunque en pequeñas cantidades, después miró el cabello negro del azabache, el cual estaba enredado y alborotado, pasó sus dedos sobre este y murmuró algo como "Tu cabeza parece de vagabundo", tomo unas tijeras y tiró con fuerza del cabello del azabache, provocando que éste gimiera de dolor. Rin se mostró furioso y después miró a Haruka.
—¿Te dolió?
Y Haruka asintió susurrando una vez más, "Por favor, déjame ir. Yo no tengo nada que ver con Yamazaki", Rin frunció el ceño y susurró con un tono amable "Ya no mientas", Haruka volvió a decir que no mentía, y Rin dejó de fingir, levantando la voz y gritando "¡Odio las mentiras!", Al mismo tiempo, clavó las tijeras en el antebrazo de Haruka, cerca de una de las venas, la sangre comenzó a salir a grandes cantidades y después Rin suspiró.
—Nanase, tu de todo te quejas.
Haruka tiraba su cabeza hacia atrás, estaba quedando inconsciente, y mientras tanto, Rin le cortaba el cabello mientras tarareaba una canción.
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