Capítulo 7: Tristeza

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Apenas había dormido y, aun así, deambulaba por los pasillos de la facultad tratando de mantener los ojos abiertos. No había podido quitarse de la cabeza aquellos ojos llenos de dulzura, la expresión de sorpresa de la chica, la forma en que salió corriendo al reconocerle, porque estaba seguro que eso era lo que la había asustado. Aún no sabía quién podía ser, apenas la había podido ver con aquel disfraz que había llevado y el antifaz. Quizá sólo recordaba sus ojos y el vestido. Siempre había sido un desastre para fijarse en los detalles.

- ¿No has descansado el fin de semana? – preguntó su amigo lanzándose sobre su espalda y pasando el brazo por sus hombros.

- No mucho – comentó Kazuto – desde la fiesta no paro de darle vueltas a la idea de encontrar a esa chica.

- ¿No tienes ni una ligera idea de quién puede ser?

- Aún no, pero me resulta extrañamente conocida. He intentado conectarme al juego, sé que juega, pero no parece haber conectado en todo el fin de semana. Creo que me está evitando.

- Al menos sabes una cosa... está en la universidad y eso quiere decir que podemos encontrarla.

- Sí – dijo Kazuto algo más animado – por eso he venido hoy, estoy dispuesto a encontrarla.

Para Kazuto, no pasó desapercibido la mirada cómplice de sus dos amigos. Estaba seguro de que tramaban algo y no sería nada bueno. Tampoco le dio importancia hasta que a la hora del descanso, sus amigos prácticamente lo llevaron a rastras hasta el jardín trasero donde se habían reunido unas cuantas chicas. Al ver el panorama, trató de escapar, pero sus amigos le agarraron con prisa y lo sentaron en la silla para que escuchase a todas aquellas chicas y pudiera identificar a la que buscaba.

Escuchar a todas aquellas chicas inventándose historias sobre lo que ocurrió en realidad aquella noche, hacía que Kazuto quisiera salir corriendo, sin embargo, sus amigos le mantenían allí en aquella estupidez.

- Vamos, chicos... no va a presentarse así porque sí, una persona no huye del lugar para luego venir como si nada – dijo Kazuto – esto es una pérdida de tiempo.

- Quizá era tímida – dijo su amigo.

- Razón de más para que no aparezca aquí – sonrió Kazuto levantándose de la silla para marcharse.

No paró de caminar hasta que llegó al solitario campo de atletismo. A esas horas, nadie entrenaba, sin embargo, sí había una figura allí sentada en las gradas. Sonrió al reconocer a su hermanastra y se dirigió sin demora hacia ella. Ni siquiera parecía haberse dado cuenta de que él acababa de llegar, estaba inmersa en su libro.

- ¿Qué haces aquí tan sola? – preguntó Kazuto, consiguiendo así un sonrojo de su hermana y un ligero alejamiento.

- Nada, sólo... leía – apartó la mirada de su hermano avergonzada.

- No te he visto en todo el fin de semana – comentó Kazuto.

- Tenía que avanzar trabajos, apenas he salido de la habitación para comer algo.

- Eso me dijo Yuna, que tenías muchas cosas que hacer. Tampoco fuiste al baile.

- No me apetecía – intentó sonreír.

- Podías haber venido conmigo – sonrió Kazuto.

- No... tú ya tenías una cita, no quería estar en medio – sonrió Asuna – bueno... ya nos veremos – comentó al final marchándose de allí.

Mi dulce hermanastra (Sword art online, Kirito-Asuna)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora