Hogwarts. Siglo XXI. Una nueva Ley General de los Ministerios Mágicos de todo el mundo, que acepta a los magos de familias muggles que descubren su potencial mágico un poco más tarde que a los 11 años... Se abren las puertas del mundo mágico, a una...
El profesor Gilderoy se acercó a ella, se sentó a su lado y platicaron durante unos minutos. él le mostraba varias hojas, entre ellas el reporte de rendimiento de alumno y el nuevo registro de infracciones de Hogwarts. Macy asentía y parecía devolverle algunas palabras. Gilderoy parecía dirigirse a ella haciendo uso de la gran complicidad con los jóvenes que lo caracterizaba. Newt miraba de lejos, pero atento; hasta que Slughttern, el profesor gruñón y casi calvo de Pociones y presidente del club de Matemagia, se sentó a su lado. Slughttern casi nunca era simpático. Pero Newt lo había visto ser simpático varias veces, con sus "alumnos preferidos". Newt Scamander era de esos alumnos. Lo felicitó, le comenzó a mostrar papeles y allí estaban las notas de Newt: entre los promedios más altos ya en la primera ronda de exámenes del año. Hablaron sobre animales, Newt le contó algunos de sus proyectos (por supuesto sin mencionar que se había traído animales a Hogwarts, todo hipotéticamente en casa), y el profesor le comentó su interés en él para un certamen local de matemagias que anunciaría en la próxima reunión.
-¿Estás con tiempo para estudiar, verdad Newton?
-Estaba pensando en sumar una actividad más, yo...
-Ya tienes el club muchacho, eso de las actividades, déjalo para los nuevos, esos chicos necesitan ocupar su tiempo en cosas útiles.
-En realidad había pensado en aplicar para el programa de tutorías. He oído que suma puntos para la carrera de prefecto, y siempre he querido ser prefecto en los últimos años profesor.
-Entiendo, sí, sí.. Creo que eres un muchacho determinado Scamander, aprecio esa cualidad.
-Gracias señor, yo, también aprecio su concejo, viniendo de su sabiduría...
De pronto vio a Macy pasar más rápido que de costumbre hacia la salida, apretando un libro contra su pecho y con la cabeza baja... no pudo evitar mirarla, de hecho Slughttern también sintió ruido y miró. La vio con los ojos llorosos, la vio apurada, la vio sin gracia, esa no era la Macy de siempre...
-Por eso siempre digo- le interrumpió los pensamientos Slughttern- el talento puro, está en la sangre... hay que tomar esa sangre, y perfeccionarla. Alumnos como tú tienen esa sangre... que no todos tienen.
Newt pensó por dentro que a pesar del aprecio que le tenía al profesor, esa frase sonaba tan estúpida como cualquier monólogo de Alvin sobre el mismo tema.
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No encontró a Macy junto a Trisha a la salida del aula, ni en el grupo de Martin Rogers ni en un recorrido obligado que hizo cerca de la torre de Gryffindor para ver si la veía. De todas formas ¿para qué la buscaba? Sí, la vio salir mal de la clase, pero ya era la cuarta vez que se prometía a sí mismo "NO PENSAR EN MACY MÁS DE LO DEBIDO". Agregó la parte de "más de lo debido" hace una semana, porque aunque nadie lo sabía y se sentía culpable por ello, le resultaba divertido pensar en ella al irse a dormir... y... Se dirigió Hufflepuff. Entró al cuarto y encontró a los chicos de bastante buen humor. Las notas que habían dado a todos eran la razón; este tipo de acontecimientos en el año era lo que creaba un poco de ilusión, de revolución, de coraje, de importancia en un grupo del estilo de ellos... come libros, nerds, aplicados. Norman escribía una carta a su familia contando las buenas nuevas, Alvin había decidido poner un disco de música clásica con sus sinfonías preferidas mientras se afeitaba y Casper ya había comenzado a leer en su cama sobre un tema que le encantaba: Artefactos Mágicos del siglo pasado.
