CAPITULO ONCE CENA PARA DOS O ¿TRES?

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-Alex ¿estarás esta noche? No quiero cenar otra vez sola > Se detiene en medio de el y el televisor.

-Ya te dije que no saldré me tendrás para ti -dibuja una sonrisa traviesa, una noche para los dos, lo tenía todo planeado una cena a la luz de las velas, comida hecha por el mismo.

- Sólo iré al supermercado de ahí me regreso y listo

- Está bien, no quiero fallas ¿entendido? -sale de la sala camina hacia su bolso para corroborar que sus llaves y cartera estén adentro, le manda un beso y se gira hacia la puerta.

2 horas después

Recorre el pasillo de lácteos buscando queso que utilizará para la cena de esta noche, no era muy bueno en la cocina pero lo intentaría sólo por ella

La receta era de familia su madre le había explicado paso por paso cómo prepararla

Sonreía cómo bobo al imaginar la cara de sorpresa de Miranda cuando se enterara que él había sido capaz de prepararle la cena Miranda tampoco era una experta en la cocina pero se defendía bastante bien.

Abre la puerta del refrigerador para sacar la leche y después tacharla de la lista de víveres la puerta cierra delante de el demostrándole su reflejo, estaba más gordo pero eso era culpa de Miranda sus golosinas y esos deliciosos postres que preparada con tanto esmero.

Acostumbrado a estar solo no le daba importancia a su alimentación el ingería lo que podía y encontraba, en ocasiones se lleva a la cama si en algún alimento en su estómago

Revisa la lista de víveres que necesitará para la semana, listo con lo siguiente artículos se encamina al pasillo correspondiente.

-¿Bebé? -una voz chillante se escucha en su espalda gira su cuerpo en dirección a ese sonido tan conocido para el, sus sospechas se confirman al verla ahí parada con un carrito de súper

Se burla internamente al ver cómo está vestida pareciera que va una pasarela de moda en lugar del súper, trae un vestido con ondas arriba de la rodilla con flores de color pastel estampadas por todo el vestido unas zapatillas que se veían muy incómodos el el cabello cuidadosamente en toda su larga melena

-Cristina qué sorpresa ¿tú en el súper? -le dice verdaderamente sorprendido, ella odiaba ir a esos lugares el fue el que siempre se encargó de comprar lo que hacia falta en el departamento.

-Claro bobo, este cuerpo de infarto tiene que alimentarse sanamente, he cambiado ¿sabes? Aprendí.. a la mala -le sonríe tímidamente bajando la mirada hacia el carro que tenía solo artículos, un blanqueador para ropa y una salsa de tomate.

-Bebé... Yo... Lo siento, lo que paso l a otra noche, mi comportamiento, es decir me tomo de sorpresa -lo ve a los ojos un instante para después bajar su mirada a sus manos.

Se veía avergonzada e incomoda Alejandro sabia perfectamente como le costaba trabajo el aceptar sus errores y pedir disculpas en ocasiones el orgullo nos impide aliviar nuestras penas.

-No te preocupes Cristina todo esta bien, bueno que tengas un buen día -se despide con un movimiento de su mano, se percata en la tristeza que se asoma en los ojos de la chica, pero tenía que irse, tenía una cena que preparar.

-Veo que vas a preparar pasta -toma la caja con espaguetis en su interior, sonríe con nostalgia al recordar aquellos momentos que compartían sus vidas -Recuerdo que es tu comida favorita, pero no eres bueno en la cocina -deposita la caja en su lugar.

-Como tu lo dijiste he cambiado ¿sabes? Yo también cambie.
-¡Oh! Pues esperó que ese cambio sea para bien, por cierto necesitó un favor -da dos pasos hacia atrás retomando el lugar donde estaba, saca su móvil de su bolso de mano.

Más allá de tu MiradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora