Cap.2~ Nuevos conocimientos.

89 9 7
                                    

El dolor de mis huesos rotos era tan agudo que a pesar de estar inconsciente podía sentir que iba empeorando poco a poco; quería gritar por el dolor, pero no podía.

Al cabo de unos minutos recuperé la conciencia, sin embargo seguía sin ver nada.

De pronto sentí como si me hubiera teletransportado a otro lugar, percibí como si hubiera dado un volantín dentro del agua y hubiera salido en otro sitio completamente distinto.

A los pocos minutos escuché un trueno. Sentí cómo la electricidad del rayo impactaba contra mi cuerpo y fluía en mí; pero en vez de matarme, el rayo hizo que el dolor desapareciera repentinamente...

lo cual me desconcertó mucho, pero tampoco me iba a quejar.

Apenas el dolor desapareció escuché una voz grave y monstruosa que gruñía: «¡No! ¡¿Que has hecho?!»

Mis oídos dejaron de funcionar de repente.

Luego caí un par de metros y al fin mis ojos y mis oídos volvieron a funcionar.

Me encontraba en un bosque, donde los pájaros cantaban muy alegremente, parecía que decían: «No te preocupes Jhonatan, ¡Todo va a estar bien!...Estas en medio de un bosque, que está en quién sabe dónde sin comida ni agua pero, ¡Todo va a estar bien!»

Gracias, pero eso no ayuda mucho.

Los árboles eran de al menos quince metros de altura cada uno, el suelo estaba húmedo y lleno de maleza. A mi lado había un río, se parecía mucho a aquel en el que me había quedado inconsciente, pero no era el mismo lugar.

-¿Dónde Estoy? ― dije temblorosamente.

Me quité la férula de contención y me la puse en el bolsillo, ya que no la iba a necesitar.

El miedo me consumía. No sabía qué hacer. Siempre había querido estar una de esas aventuras de los shows de Bear Grylls, pero me lo imaginaba con cámaras detrás de mí y comiendo hamburguesas detrás de cámaras. Pero no así.... Sólo... Yo contra la naturaleza en quién sabe dónde.

―No... Esto no puede estar pasando... ― dije esperando estar en un sueño― No... No... ¡No!... ¡No!.

Estallé en sollozos. Acababa de ver a mi familia morir. Miles de recuerdos vinieron a mi mente: Mi mamá y yo jugando en el parque, mi último cumpleaños, entre otros. Por primera vez en mi vida sentí que mi familia me hacía falta y que los extrañaba.

―¡Yo no tendría que estar aquí!― dije entre sollozos― ¡Yo tendría que estar en el colegio, estudiando!... ¡No luchando por mi vida en medio del bosque!.

Caí de rodillas entre la maleza y el barro... No podía creer que tantas cosas hayan cambiado en tan pocas horas, o días. La verdad no estaba seguro de cuánto tiempo había estado inconsciente.

― Lo que daría por colgar la ropa con mi madre una vez más... ― me lamenté.

Me quedé tumbado en el suelo unos minutos más. Recordando. Arrepintiéndome de algunas estúpidas decisiones que había tomado en el pasado, hasta que escuché las ramas crujir.

―¿Qué qué es eso? -dije todavía con los ojos llenos de lágrimas y con la voz un poco nerviosa.

Me asomé curiosamente en dirección al ruido. Alcancé a ver unos amenazantes ojos verdes mirándome fijamente.

Retrocedí un par de pasos por instinto, poniéndome a salvo. Pero luego pensé... «¿Que voy a perder si muero? No me queda nada aquí...». Fruncí el ceño y me armé de valor para enfrentar mi destino final: la muerte.

Јhonatan Grey:  El hijo del rayo⚡©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora