Capitulo 5

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~Nicholas~

Al abrir sus ojos ella se quedó petrificada, lo cual no duró mucho porque acto seguido, tuvo la intención de gritar pero la detuve con un beso. El cual me devolvió con un empujón y una bofetada.

—¿QUÉ DEMONIOS ESTÁS HACIENDO Y QUIEN ERES? —Dijo Gritándome.

—NO GRITES, MUJER. POR ALGO TE BESE ¿NO CREES? —Le respondí yo también gritando.

—Primero que nada, no me digas que hacer y segundo, no tenés ningún derecho a besarme. Y tercero, te pregunté quién eras. —me dijo mientras me fulminaba con la mirada. La prefería callada y dormida como estaba, ya empezaba a  sacarme de mis casillas, así que conté hasta diez.

—Te pregunté... —. Le tapé la boca porque si volvía a hablar no sabía cómo iba a reaccionar.

—Escucha atentamente, porque no lo voy a repetir. Soy Nicholas Vasaro, tercer heredero de la familia real de Hungría. Tú has sido elegida para convertirte en mi prometida, así que te puedo besar cuando me de la real gana. ¿Entendido? Ahora, de forma calmada, me preguntaras lo que quieras saber. ¿Quedó claro? —. Ella nada más asintió.

—Espera... ¿dónde dijiste que estoy? —. preguntó titubeante.

—En Hungría.—Ella tragó saliva.

—Debe haber algún error. ¿Cómo es que llegué aquí? ¿Y por qué soy tu prometida? Ni siquiera sé quién sos. Mis padres, ¿qué pasó con ellos?

—Bueno, no sé cómo llegaste pero estas aquí, y eres mi prometida porque necesito una para poder convertirme en rey.— Le contesté con total sinceridad, ella simplemente me miró aterrada.
—No, esto debe ser mentira, tiene que  ser un pesadilla de la cual pronto despertaré... —parecía paranoica, excelente.

—No es un sueño, así que acéptalo. ¿Acaso no eres lo suficiente madura para aceptar las cosas? —Dije rudamente, cosa que no la ayudó mucho.

—Yo...—No pudo seguir, porque rompió a llorar.

Salí despacio, cerrándole la puerta. Ella tiene mucho que procesar y por llorar. Y yo no tengo la paciencia ni las ganas de oírla.
Baje rápidamente al comedor y me encontré con mi madre, me miraba expectante.

—¿No la podemos devolver?—pregunté, mi padre se paró furioso.

—Nicholas, por favor. ¿Crees que esto es un juguete que te compre para que lo devuelvas si no te gusta? Dejate de pavadas y empezá a aceptar las cosas. Te vas a casar con ella y no hay discusión.
No quería entrar en guerra con mi padre, así que me trague la rabia que tenía y me senté en la mesa & me comí mi desayuno en silencio.

Al rato baja Marisa, que al parecer le había subido comido a mi "prometida".

—Disculpe, joven Nicolás. Acabo de ir a su habitación y no he encontrado a la joven. ¿Sabe dónde está?—. Todos me miraron.

—Vuelvo en un momento. —Me paré con un sonrisa y ni bien comencé a subir las escaleras, la misma desapareció. Estaba realmente enojado. Entre a mi cuarto y vi que no estaba donde la había dejado, así que me puse a revisar por todos lados, hasta que escuché alguien sollozar desde el ropero.

Abrí las puertas de golpe y ahí estaba ella, sentada en el fondo, con los ojos rojos de tanto llorar.

—¿Qué haces ahí? —. Le dije, acercándome.

—No te interesa, aléjate de mi.— Me contestó enojada.

—¡Ey! Cuidado, esa actitud no ayuda con nada. Ahora párate, te trajeron desayuno.

—No quiero nada tuyo.— Dijo de forma cortante. Me giré y simplemente me quedé  observándola.

—Puedes ser que seas una paranoica, pero esa boca tuya nada más sabe responder de mala forma. —Ella comenzó a levantarse.

—Y tú eres un idiota, que se cree que tiene algún derecho sobre mi. Sólo en tus sueños crees que me voy a casar contigo.— Dijo dándome frente.

—Y tú eres una mocosa irrespetuosa. Te repito, aquí el único que da órdenes soy yo. Y si yo quiero, tú te casas conmigo aunque tenga que...—. Me detuve.

—¡Ja! Ya veremos. —.

—Bueno, como sea. Dime, ¿cómo te llamas? Por tanta lloradera no me dijiste.

—A ti no te importa, así que...—. La corté.

—Dímelo. ¡AHORA!—. Ella no dudo en reírse.

—Averígualo...—. Se  estaba girando para irse cuando la agarre por el brazo y la pegue a centímetros de mí.

—No es un averígualo, es un ¡DIMELO!—. El miedo se reflejo en sus ojos.

—Me llamo Mia, ¿feliz? Ahora suéltame. —Y así lo hice, pero no me aleje.

—Lindo nombre, para alguien como tú.— Me di media vuelta y me fui, dejándola con la palabra en la boca.
Mientras salía, le dije.— Desayuna y cámbiate, tendremos una reunión con mis padres. —Cerré la puerta.

Holi! Nuevo capitulo,espero que les guste! Beso

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⏰ Última actualización: Dec 22, 2020 ⏰

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