KyungSoo siempre creyó que su primer amor sería el último. O al menos eso le demostraba JongIn día a día, su novio desde hace cinco años.
Pero a veces las cosas no salen como las esperas, y KyungSoo no era la excepción a la regla. Jamás habría podi...
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SeHun ese día estaba muy hablador, demasiado. Y era extraño por el simple hecho de que fuera él. Bueno, tampoco es que KyungSoo fuera el rey de las palabras, pero definitivamente solía conversar más de lo que SeHun lo hacía.
Ese día era la excepción. Era el estreno de una película nueva que el menor quería ver, y más que emocionado, estaba totalmente hiperventilado. Solo bastaba decir que lo había despertado con un desayuno de campeones (porque KyungSoo era un ganador ¿okey?) mientras le dejaba cientos de besos en los labios y las mejillas con alegría. Por suerte para él esa noche había logrado dormir perfectamente, no como las semanas pasadas en que tenía el remordimiento de la mirada de JongIn cuando le dijo que terminaban.
Habían pasado tres semanas desde lo ocurrido. Tres semanas en las que se había estado recuperando junto a SeHun luego de acabar la relación más larga que había tenido en su vida.
La primera semana dejó que las cosas en su estado mental se calmaran, pidiéndole un pequeño tiempo a SeHun antes de empezar a intentar algo. La segunda, el día sábado para ser exactos, aceptó una cita amorosa con SeHun, donde se besaron por tercera vez y en donde KyungSoo le concedió la oportunidad de "cortejarlo" a pesar de que después de ese día se besaran muchas veces más.
Y en ese momento, acabando la tercera, tenían otra cita, al cine como anteriormente decía. Era genial, en realidad, el hecho de que tuvieran gustos similares a la hora de escoger cosas, ya que no tenían problemas para coordinarse cuando deseaban salir.
KyungSoo veía con ternura apoyado en el umbral de la puerta, la emoción del menor mientras terminaba de arreglarse el cabello en el espejo. Ese bonito y bien cuidado pelo castaño que generalmente le hacía cosquillas en la nariz cuando SeHun lo abrazaba por las noches.
—¿Crees que me gustará?—le preguntó de repente el más alto, mirándolo.
—Tenemos que verla antes de opinar, pero el trailer se veía interesante —Se encogió de hombros el mayor junto a una sonrisa permanente. SeHun se acercó y lo abrazó por la cintura con sus grandes manos, viéndolo fijamente—. ¿Qué pasa?
—Pienso, que el estándar de lo que considero interesante está demasiado alto, porque si tuviera que escoger entre verte a ti simplemente sonreír, y todas las películas del mundo, mi elección serías tú —le dijo con sinceridad, acercando su rostro a KyungSoo y juntando sus narices—. Siempre te eligiría a ti por sobre todas las cosas.
El pelinegro pasó sus brazos por los hombros anchos del menor, y miró hacia arriba con sus pupilas ampliadas por la hermosa visión de ese hombre que decía quererlo tanto.
—¿Por qué siempre sacas tu lado cursi en las situaciones menos románticas? —preguntó con voz suave, junto a una sonrisa un tanto burlesca.
