Capitulo 5.

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*Narra Araceli*

Estaba haciendo ejercicio en mi habitación y mi celular vibro. Lo tomé y fruncí el ceño cuando miré que tenía un mensaje de un número desconocido. Lo abrí.

¿Quieres saber lo que pasa?
Te veo en el parque de grace.
Bajo el árbol donde siempre lees.

P. D. Lindas piernas ;)

Deje mi celular en la cama y fui directamente a cerrar el la puerta del balcón. No sabia que hacer. Quería saber que era lo que pasaba pero al mismo tiempo una parte de mi dice que no vaya. No conozco bien a angel. Podria hacerme daño y tal vez sólo me regalo el telescopio para que yo confiara un poco en él. Decidido. No voy a ir.
Me metí a bañar. No podia dejar de pensar en todo lo que queria saber y que las respuestas podrian estar a unas cuantras cuadras...en el árbol donde a veces leo. Me vigilaba a donde iba. Maldita sea. En unos minutos estaba caminando hacía el parque de grace. Tomé precaución y metí un cúter en el bolsillo de mi sueter.

El parque de grace era demasiado grande. Tiene demasiadas plantas. Parece más bien un bosque. Cuando llegué al árbol, miré a todas partes buscando a angel pero no habia señas de él.

*Narra Angel*

Miré a araceli en el arbol. Era hora de que iniciara la prueba, pero tenia un poco de miedo a que saliera lastimada. No me puse a pensar más y di la señal. Miro como cam sale de entre los arbustos y se acerca a ella lentamente, por atrás. Cuando la quiere agarrar del brazo ella reaciona. En un abrir y cerrar de ojos, cam está contra el árbol y araceli le tiene un cúter en el cuello. Vaya chica. Viene preparada, ¿A caso creyó que yo podía hacerle daño? Estará muy equivocada. Sonrei. Jess estaba a mi lado.

–Creo que es suficiente–. Dijo.

Saltó del árbol y corrió hacia ellos. Araceli la miró sin apartar el cúter de cam. Cuando jess estuvo demasiado cerca, araceli le pegó un rodillazo a cam en su parte baja. Este calló al suelo y araceli dirigió el cúter a jess.
Jess le quitó el cúter con una patada y se acercó a ella, araceli le quiso pegar una patada en el estomago, pero jess fue más rápida y le agarró la pierna. En cuestión de segundos araceli estaba aterrada en el suelo. Para mi era suficiente. Salté del árbol y corri hacia ellos. Miré como jess levantaba el puño. La lastimaría. Sabia que jess si era capaz de hacerle daño.

–Suficiente–. Grite.

Miré cómo jess se quitó de encima de ella, pero araceli se levantó, sus ojos y los míos sé encontraron por unos segundos y luego se echó a correr al lado contrarío.

Comencé a correr detrás de ella. No podia ser tan rápida. Cuando estaba a un metro de mí. Estire el brazo, pero aún no la alcanzaba.

–Dejame–. Gritó.

La tomé por el brazo y la atraje hacía mí. La abracé. Ella forcejeaba intentando separarse de mi.

–Suéltame. Eres un idiota. Estupido–. Comenzó a gritar.

–Tranquilízate. Ya paso. Te contaré todo–. La apreté más hacía mí. No quería que sintiera miedo. Tampoco quería soltarla. Al parecer se relajó un poco. Comenzó a negar con la cabeza.

–No sé porque vine hasta acá–. Dijo contra mi pecho.–Te odio–. Susurró.

Yo haré que me ames y si no lo logró, prometo protegerte con mi vida. Pensé. Quedamos en silencio por un momento. Sólo se escuchaban nuestros jadeos.

–Suéltame–. Dijo. Lo dude un poco, luego desafortunadamente deje de abrazarla.–¿Porque hicieron eso?–. Dijo mirando hacía la unica fuente del parque.

–Es algo parecido a una prueba. La detuve antes de que te hicieran daño–. Comenzaron a caer gotas de lluvia.–Nos tenemos que ir–.

La intenté tomar del brazo, pero lo apartó. La miré, ella me estaba mirando a los ojos. Me tenía miedo. Se le podía notar en los ojos. Se veía aterrada.

–No te haré daño–. Dije.

Estire la mano, esperando que la tomará. Asintió lentamente y tomó mi mano. Caminamos hasta encontrarnos con los chicos. Solté una pequeña risa cuando miré a cam aún en el suelo.

–Casi dejas a cam sin su lindo pajarito, chica–. Dijo taylor.–Soy taylor. Encantado de
conocerte–. Se acercó y le tendió la mano.

–Araceli–.respondio. Ella se la estrechó y sonrió.

–Me llaman cam–. Dijo cam. Ya de pie.

–Perdón por el rodillazo, cam–.

–Es cam. Ya se le pasara, ¿cierto, amigo?– Dijo taylor. Acercándose a cam y dándole una palmadita en la espalda.

Mi celular comenzó a vibrar en el bolsillo de mi pantalón. Lo saqué y conteste.

–Vengan a la camioneta lo antes posible, comenzara a llover más fuerte y los del otro bando no están lejos–. Dijo noah. Miré a a los lados buscando a jess, que era la unica que faltaba.–Jess está conmigo, por si las dudas. Dense prisa–. Colgué.

Comenzamos a caminar hacía la entrada, taylor y cam adelante y yo y araceli atras. Araceli aún tenía mí mano agarrada. Me hacia sentir realmente bien. Me quedé mirando nuestras manos entrelazadas y me recordo algo de un libro que leí hace mucho tiempo "¿es posible violar una mano?" Sonreí y araceli me miró.

–¿De que te ríes?–. Preguntó. Miró nuestras manos y me intentó soltar. Pero le apreté más la mano.–¿Podrías soltarme?–. Preguntó.

–No. Tal vez lo piense si me dices...querido angel, ¿podrias soltarme? Por favor–. Dije ladeando una sonrisa.

–Querido angel, ¿podrías soltarme? Por favor–.

–Emm...déjame pensar...no–.

–¿Que? Prometistes que me soltarias si te decia lo que querías oír, ahora suelta mi mano–.

–Primera yo no te hice esa promesa y segunda dije que lo pensaría si lo decías y mi respuesta ha sido no.–

Ella rodó los ojos y abrió la boca para decir algo, pero la volvió a cerrar cuando todos nos detuvimos al mirar a unos chicos con pasamontañas en la entrada.

–Atrás del árbol, ahora–. Le dije a araceli. Me agache a su lado y miré como taylor y cam estaban en la misma posición.–No hables y no te muevas, ¿De acuerdo?–. Le susurré al oído. Ella asintió. Pero no se miraba asustada. Ni si quiera un poco. Estaba demasiado calmada.

Taylor me hizo señas hacía una de las bardas del parque, sabia a lo que referia. Saltando las bardas del parque podríamos escapar, pero tendriamos que ir con sumo cuidado. Sería mejor opción quedarse hasta que sé fueran.

–Tengo una idea–Susurró araceli.

Comenzó a caminar agachada metiendose más entre los arboles. Los chicos y yo nos miramos y la miramos a ella. Ellos la siguieron y a mi no me quedó de otra. Cuando quedamos frente a la barda.

Taylor fue el primero en treparla. Después siguió cam. Araceli se quedó mirando la barda. Pensé que no la podría trepar, pero al parecer me equivoqué. Cuando menos pensé ella estaba sentada a horcajas en la cima de la barda.

–¿Vendras?–. Preguntó.

Tenía una sonrisa en el rostro. Vendería mi alma al demonio por verla sonreír cada momento.

Quiéreme como quieras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora