Capitulo 6.

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*Narra Araceli*

No tenía idea de que demonios hacia. Les tomé confianza demasiado rápido, no se miraban malos incluyendo a angel, no tenia ni la menor idea de que tipo de bando eran, pero estoy segura que no son de los malos.

Taylor fue el primero en dar vuelta hacía un callejón. Luego cam. La lluvia cada vez se hacia más fuerte y yo ya estaba enpapada. Jamás había corrido bajo la lluvia. Si he ido caminado, pero nunca corriendo bajo ella y es una sensación increíblemente maravillosa. Me detuve antes de llegar al callejón y comencé a reír. Angel me alcanzó y me miró divertido y un poco confundido.

–¿De que te ries, loca?–. Preguntó.

Mi mirada se posó en su abdomen, su camisa estaba tan empapada que hacia que se le marcara el abdomen. Mucho trabajo duro. Me mordí el labio y deje de mirarle el abdomen para ver su rostro, evitando una sonrisa de niña tonta.

–Entiendo porque todas las chicas del instituto te miran como si quisieran acostarse contigo–.

Le empuje con mi mano, vaya que su abdomen estaba duro. Le guiñe el ojo y corrí hasta la camioneta que estaba en el callejón. Me sentía libre, libre de todo. No sabía que pasaría más adelante, pero en este momento estoy genial.

Subi a la camioneta y era la camioneta más genial que había visto en mi vida. La parte delantera tenia cuatro asientos que parecían para dos personas cada uno y la parte trasera tenia demasiados aparatos con botones y lucesitas. Había cámaras, en uno de los monitores se veia el parqué de grace y en otro estaba mi casa. Lo que explica cómo sabían tanto. Habia un chico rubio sentado en medio de todos esos aparatos. Nose como todo eso puede estar en una simple camioneta. El chico rubio me mira y me tiende la mano.

–Hola, araceli. Soy noah–. Sonrei, le estreche la mano y él volvió a los aparatos.

–Creo que no hace falta que me presente– Le dije a angel, él ladio una sonrisa y asintió.

–Eres muy conocida, rebelde–.

La chica que por un momento pensé que iba a asesinarme en el parque de grace apareció en el asiento del conductor. Angel se sentó en el asiento del copiloto y yo me senté en el asiento que estaba detrás de él. Cam y taylor sé sentaron en los asietos de al lado. Me siento realmente bien con ellos.  Claro que aún no tenía respuestas, Pero sabía que las obtendría tarde o temprano.

Tardamos una media hora en llegar a nuestro destino. No sabía dónde estabamos, habíamos pasado por una carretera y luego un terreno lleno de árboles. La chica que iba manejando se detuvo en frente de una cabaña. Todos bajaron del carro y rodearon la cabaña.

–Jess, abre–. Dijo angel. La chica se acercó y abrio una de la puerta de la trampilla de sótano. Habia unas escaleras y casi no se veía nada. Cam fue el primero en bajar. Taylor y noah lo siguieron.

–¿Entrarás?–. Preguntó jess y yo asentí.

Angel entró primero y yo lo segui. Bajábamos con cuidado las escaleras, cuándo llegamos al final de las escaleras, no me creía nada. Había carpas por todas partes, familias humildes. Mujeres, hombres y niños.  Angel y jess comenzaron a caminar y yo los segui.

–Sólo estabamos aquí por algo, nos iremos pronto–. Me dijo angel.

–Me dirás lo que pasa, ¿verdad?–. Aparté la vista para ver a taylor jugando con unos niños.

–Claro que te lo diré, Pero aquí no–. Nos detuvimos y jess igual.–Espérame con taylor–. Asentí y él siguió caminando junto con jess.

Me acerqué a taylor y a los niños. Le estaba haciendo caballito a uno de ellos. Me reí. Tenia la sensación de que me miraban asi que miré a mi alrededor. Las personas me miraban demasiado raro. Me hacían sentir demasiado pequeña, todos esos ojos en mí. No estaba acostrumbrada a llamar mucho la atención.

Una pequeña niña se me acercó, llevaba un balde con flores. Me agaché hasta estar a su altura. Tenía unos preciosos ojos verdes. El cabello castaño claro.

–Hola–. Dijo y me tendió una flor de el balde.–Toma, es muy linda ¿no?–. Sonrei y tome la flor.

–Claro que es demasiado linda, pero dentro de unos días se marchitaran.

–Cierto, tal vez podría ayudarme a mantenerlas vivas, señorita.

–Solo no las cortes y riégalas cada día, así estarán mucho más lindas.

Ella asintió. Miré por encima del hombro de la niña y miré como taylor y cam me observaban con atención. Decidí ignorarlos y seguir hablando con la pequeña niña.

–Soy lucy, ¿como se llama usted?

–Un lindo nombre para una linda niña–. Dije y lucy sonrió.–Mi nombre es araceli–. Añadi.

–¿A ti también te rescataron?–. Preguntó lucy.

–Disculpa, ¿de que hablas?–. Estaba demasiado confundida.

–Si, a mí y a mi madre nos rescataron de mí padre. Él no era bueno conmigo, ni con mi madre. Mi hermano no vivía con nosotros.

–¿Tu madre también fue rescatada? Es decir, ¿está aquí?

–No, ella desapareció después de ponerme a salvo con mi hermano–. Todas estas personas eran rescatadas. Incluyendo a lucy, pero ella no tiene a una madre o a un padre.

–¿Quieres que te haga una trenza?–. Decidí cambiar el tema. A parte tenía demasiadas ganas de hacerle una trenza, su cabello es demasiado bonito.

–¿Podrías?–. Dijo emocionada. Asentí y se dio la vuelta. Dejó el balde con flores en el piso. Le hice una trenza tradicional y al final coloqué algunas de las flores.

–Lista–. Dije. Se dio la vuelta y me miró sonriente.

–¿Cómo estoy–. Preguntó.

–Te miras fantástica, lucy.

–Te lo agradezco deamasiado, araceli–. Me abrazó de pronto y yo me quedé por un momento paralizada, estaba empapada aún, al parecer a ella no le importó. Cuando al fin reaccione la abracé. Nos separamos.

–Lucy–. Escuché la voz de angel. Lucy corrió a abrazarlo. ¿Su hermano era angel? Me levanté y caminé hacia ellos.–Veo que ya conociste a mí pequeña lucy–. Me dijo angel. Sonriendo.

–Mira, angel–. Dijo lucy. Se dio la vuelta.–Araceli me hizo una trenza, ¿cómo estoy?

–Fantastica–. Respondio él. Se agachó para estar a su altura.–Nos tenemos que ir, pero vendre pronto, lucy–. Lucy asintió y lo volvió a abrazar.–Dile a la señora rollins qué vine, ¿de acuerdo?–. Sé separaron.

–¿Por que no puedo ir contigo?–. Dijo lucy, parecía estar al borde del llanto.

–Conmigo no estarás a salvo, es mejor que te quedes aqui.

Él le dio un pequeño beso en la frente. Lucy tomó su balde de flores y se fue. Angel suspiró, Pero no era un suspiro cualquiera. Estaba demasiado segura que angel era el hermano de lucy. Angel me miró de arriba abajo. Recordándome que aún estaba empapada. En su rostro se formó una sonrisa picara.

–Ojalá llueva más seguido–. Dijo él.

–Lo mismo digo–. Miré su torso y sonrei.

Quiéreme como quieras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora