Trillizas

Capítulo 10

—¿¡TU!?—exclamamos al mismo tiempo.

Enfrente de mi, se encontraba nada más, ni nada menos que Holland Peterson.

—Pero miren quienes están aquí, el trío de putas—dijo Natalie.

—¿A quién le hablas, zorra?—contestó una de ellas.

—A las únicas tres chicas que están delante de nosotras y se quitan las bragas ante cualquier cosa que camine y tenga algo entre las piernas—Yelina sonrío divertida.

Holland y sus perritas falderas nos miraron ofendidas. Una se acercó a Yel e intentó darle una bofetada, pero antes de lograrlo mi hermana la tomó de su muñeca.

—Yo que tú no lo intentaría—advirtió Nat cruzándose de brazos. 

—Dime... Yelina, ¿Qué se siente saber que tu "novio" te ha engañado durante sus dos años de relación, conmigo?—preguntó Holland meneando su cabellera rojiza—Al menos yo pude darle lo que tu no, lo hubieras visto, golpeaba la puerta desesperado para que lo complaciera, cuando tu nunca fuiste capaz de hacerlo.

Espera ¿Que?

—¿Ustedes...?—a Yel no le salían las palabras, todos sabíamos lo del beso, pero jamás pensamos que la estuviese engañando todo este tiempo.

—Si—respondió con simpleza—Cuídate Emma, porque tu novio va a caer a mis pies, al igual que lo hizo Stephan.

—No te le acerques—hablé.

—De todas formas ya me acosté con él.

—Eres una zorra—la miré con desprecio.

Sentí mi mejilla arder, Holland me había dado una bofetada. Tomé su cabello y lo jalé, haciéndola soltar un agudo chillido de dolor.

Cuando lo solté, vi caer sus extensiones al piso. Al darse cuanta de lo sucedido, miró con horror al suelo, para luego dirigirme una mirada de odio. 

—Te arrepentirás de esto.

—Créeme que no lo haré.

Las dos comenzamos a jalarnos el cabello. De reojo pude observar como sus amigas se acercaban a ayudarle. Nat y Yel lograron reaccionar, golpeándolas antes de que estas lo hicieran.

Y así formamos una pelea.

P.O.V Kilian

Estábamos en el centro comercial con mi hermano, Thomas, Luke, Will y Matt; comprando regalos para las chicas, ya que pronto sería su cumpleaños.

—Miren una pelea—Sean apuntó detrás de nosotros.

Todos nos volteamos.

—¡Santa mierda! ¡Son las chicas!—exclamó Will.

Nos dirigimos rápidamente hacia allí e intentamos separarlas. Tomé la cintura de Yelina, alejándola de la chica a la cual golpeaba. Se resistió, pidiendo que la soltara, pero no lo hice hasta salir del centro comercial.

—Ya, tranquilízate.

—¿Como mierda quieres que este tranquila, si me acabo de enterar que mi novio me engañó con una perra durante toda nuestra relación?—Gritó.

¿Yel tiene novio? ¿Como que tiene novio? ¿Desde cuando tiene novio?

—Espera...¿tienes novio?

-¡Claro que no, estúpido! ¡Terminé con él!—contuvo las lagrimas.

Menos mal... ¿Por qué pienso en esto?

En parte la entiendo, ¿Quién no se sentiría mal si su pareja la engañara?

—Yo... lo siento, no lo sabía.

—¡Pues no imbécil! ¡si no te lo había dicho!

Di un paso hacia atrás, levantando las manos a la altura de mis hombros.

Se dio vuelta sobre sus talones, dándome la espalda. Estoy debatiendo entre acercarme o no, tal vez, si lo hago, me propine un golpe.

—¿Kilian?—su voz sonaba rota.

—¿Si?

Se giró nuevamente y me miro a los ojos...

—¿Me darías un abrazo?—preguntó

Dude en hacerlo, pero al final, la envolví en mis brazos.

P.O.V Emma

Cuando Thomas me apartó de ese sitio, me llevó al aparcamiento.

—¿Por qué peleabas con Holland, amor?

—¡No te atrevas a llamarme amor!—grité llamando la atención de algunas personas.

Me miró confundido—¿Que te pasa?

—No te hagas el desentendido conmigo, sabes muy bien lo que hiciste.

—No hice nada malo para que te enojes—respondió.

—¿Así que acostarte con Holland no es motivo de enojo?

—No te entiendo.

—Pues yo tampoco—me di la vulta y caminé en busca de los chicos.

(...)

Deambulaba por las tiendas del centro comercial, abrazándome a mi misma. Varias personas volteaban a verme, hasta algunas llegaron a preguntarme si me encontraba bien. A lo que yo les respondía con un leve asentimiento y una falsa sonrisa.

Sin darme cuenta llegué al lugar donde se había formado la pelea, ninguno de los chicos se encontraba allí. Aunque a unas tiendas de distancia, divisé dos siluetas bastante conocidas. Me acerqué, distinguí que eran Luke y ¿Holland? ¿Que hace hablando con ella?

Si antes me sentía triste, ahora me encuentro peor.

Verlos tan juntos me da una sensación muy extraña...

Cuando estoy a punto de marcharme, la muy zorra se tira en brazos de Luke dándole un fuerte abrazo, quien lo corresponde desconfiado, al fin de cuantas le corresponde ¿no?

Sin más, mis ojos nuevamente se llenan de lagrimas y no transcurren ni dos segundos antes de que estas ya se estén deslizando por mis mejillas.

Corrí en dirección contraria, hasta salir del centro comercial, miré hacia atrás para ver si los había perdido de vista y cuando volví a concentrarme en mi camino, me di la cara contra un cartel. 

Caí y todo se volvió negro.