Baz amaba los días fríos. Le gustaba la sensación del aire fresco en su rostro y como tenias que parar un momento a calentar tus manos, le gustaba el halo que dejaba su aliento en medio del aire, como si estuviera en otra atmósfera. En otro sitio.
Por lo cual esa mañana se levantó sonriendo, por su ventana podía ver los blancos copos de nieve caer y darle a todo un toque de ensueño. La nieve caía delicadamente y de pronto tenía una sonrisa de gato chesire cruzando su cara (y eso que Baz no era mucho de sonreír)
-Es un milagro.
Baz se sobresalto, el maldito Snow se había despertado y ahora estaba viéndolo fijamente a los ojos.
A Baz lo ponían nervioso esos ojos, y lo ponía molesto que lo pusieran nervioso.
Soltó un bufido.-Es solo nieve sabandija, tu mejor que nadie deberías saberlo Snow.
-No me refiero a la nieve Baz, me refiero a tu sonrisa.
-¿Qué tiene mi sonrisa?
-Es raro verte sonreír eso es todo. Deberías hacerlo mas seguido, hasta te cambia la cara.
-¿A si?
-Si, no parece tan desagradable, hasta parece linda.
Ahora Baz tuvo que hacer su mejor esfuerzo por parecer impasible.
No fuera Simón a notar como sus ojos se iluminaban al oírlo decir esto, como su mirada se suavizaba irremediablemente al verlo así con los rizos desordenados las mejillas sonrosadas por el frío y con esa voz aun ronca por el sueño.
No fuera el a oír a su muerto corazón volver a la vida y latir como una manada de caballos salvajes hacia la verdad inevitable: Estoy completa y totalmente enamorado de ti.Qué no notara su nerviosismo ni su desesperación. Ni la locura que lo estaba doblegando para acercarse y...
-En comparación con la tuya mi cara es perfecta, tu eres la viva imagen de la deformidad Snow.
-Tu crees que tengo un rostro... Por lo menos interesante.
-¿Por que crees eso? Es una tortura tener que despertar viendo esa cosa...
-Te he atrapado mirándome mientras creías que estaba dormido.
Crowley. Santa mierda.
-Claro que no te miraba.
-Lo hacías.
-No.
-Si.
-No quiero que mi vista se dañe.
-Entonces deja de mirarme.
No puedo.
Baz se levantó sin decir nada. Simón tampoco agrego ninguna otra cosa.
Siguieron con su rutina de todas las mañanas ignorándose mutuamente a no ser que Baz le dijera algún insulto o broma pesada a Simon y Simon diciendo algún cometario de monstruos y conspiraciones y murmurando pequeños gruñidos.Cuando Baz regreso de las duchas, completamente vestido (ellos tenían esa norma nunca mencionada de no cambiarse en frente del otro, aunque eran chicos) todos los comentarios hirientes que estaba por decirle a el maldito Snow se atoraron en su garganta.
Porque lucia endemoniadamente lindo en un gran suéter azul que combinaba con sus ojos.
-Lo estas haciendo otra vez.
-¿Que cosa?
-Me estas viendo como...
-Tu feo suéter invade mi campo de visión ¿Qué querías?
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Nieve en tus pestañas - Os Snowbaz
FanfictionSimon y Baz, enemigos, rivales compañeros de cuarto... ¿Amantes? Los personajes pertenecen a Rainbow Rowell