Jugetes Desechables

Capitulo 6: Casa?

(NARRA GRY)

Cuando entre en la sala de abordaje me dedique a buscar con la mirada a el señor Milthwet o a Samantha, cuando al fin los encontré sentí que el corazón se me detuvo y en mi mente me imagine mil maneras de escapar y correr junto con Alex, pero no hice nada de lo que imagine y al contrario decidí demostrarle a Samantha y a mi misma que no podrá derrotarme y mucho menos a Alex .

-Hola cielo! -Samantha se levantó de su asiento e intentó abrazarme pero la aleje - ush que humor - me senté a lado del señor Milthwet -

Tuvimos que esperar alrededor de una hora para que al fin llamaran nuestro vuelo y al subir al avión rece al cielo por no tener que pasar mas de diez horas hasta que llegáramos a Ohio que era nuestra parada de escala ,sentada junto a Samantha no tenia cabeza o humor para soportarla ,resultó ser mi día de suerte ya que no me toco ni cerca de Samantha o del señor Milthwet, me toco dos líneas detrás de ellos, en el asiento con ventanilla, tome el boleto que tenía en mis manos y vi que estaba a nombre de samantha así que no me limité y llame a la azafata, le pedí que me trajera dos refresco y bolsas de papitas, dulces y una pizza ,además también pedí internet y dos horas de películas, al final no seria yo si no mi madre quien pagaría por ello. Cuando se terminaron mis dos horas de películas decidí tomar una siesta que se prolongó hasta que llegamos al aeropuerto de Ohio .Decendimos del avión y pasamos a la sala de vuelos del aeropuerto

-Nuestro vuelo sale a las dos de la mañana - dijo el señor Milthwet entre bostezos -

-Falta media hora - me levante de mi asiento - iré a la cafetería, quieres algo? -le pregunte únicamente al señor Milthwet,  pero cuando negó con la cabeza me di la vuelta y me marché -

Tome mi teléfono y llame a Alex, apesar de que era la una y media de la madrugada tenia la esperanza de que me respondiera y cuando tomo el teléfono me sentí nerviosa por saber como estaba.

-Que tal el vuelo de tortura?,  dime la bruja ya hizo estallar alguna turbina del avión ?- solte un suspiro largo -

-Alex por favor. Volar una turbina?,  seguro solo le lanzo una maldición al piloto - ambas estallamos en carcajadas y nos costó algo recuperarnos -

-O maldición!  Gry espera o estante entero caerá! -escuche que Alex dejo el teléfono seguro sobre el mostrador del 7eleven y gritaba histérica a Dim que le ayudara -

-Gry? - era la voz de Steven -

-Ho , hola Steven que tal? - no entendía porque Steven tomo el teléfono de Alex -

-Para que usa Alex el Citalopram? - la voz de Steven sonaba seria y algo fría -

-Es si medicamento para la depresión, ya se que es una droga pero Alex solo la toma en casos extremos....paso algo con ella? - me puse nerviosa y sentí que comenzaba a sudar frío -

-No, es solo que la botella se cayó de su bolsa, es un medicamento muy fuerte-aun pude persivir el tono frío de Steven -

-No debe tomar mas de dos píldoras al día-no pude terminar mi oración porque Steven me interrumpió -

-Yo me encargo de ella -en esta ocasión la voz de Steven no fue fría,  si no gentil y algo preocupada -

Después de que Steven me dijera eso escuche un ruido estrepitoso , Steven dijo que el estante había caído por completo y que tenia que colgar, de fondo escuchaba como Alex moría de risa así que no me preocupe demasiado por como acabaron las cosas.  Pase a la cafetería y compre un capuchino expreso, necesitaba la cafeína en mi cuerpo o me volvería loca , cuando volví al la sala de abordaje una señorita dio el numero ciento nueve, que era el nuestro.  En esta ocasión no tuve tanta suerte como en el primer vuelo y por desgracia tuve que sentarme justo a lado de Samantha ,después de dos horas de estar sentada a lado suyo y escuchando las miles de aventuras que había tenido después de mi padre, sentía que la cabeza me estallara, supongo que el señor Milthwet sintio pena por mi porque me dio dos pastillas diciendo que eran aspirina pero en cuanto samantha se volteo me hizo señas de alguien durmiendo y entendí que no eran aspirina sino somníferos, los tome desesperadamente y después de unos veinte minutos sentí que mis párpados comenzaron a caer pesadamente hasta el punto en que se cerraron por completo.