''De aquí al paraíso solo hay un paso''

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N.A: Lo siento mucho. He tardado como un mes en volver a publicar, pero es que no encontraba tiempo ni ganas. Espero que me perdonéis y que disfrutéis este capítulo.

Y de repente Lana le dió un bofetón.Bueno, fue un intento de bofetón porque su mano no rozo la cara del joven, y de la fuerza Lana fue a parar al suelo, formando un revoltijo de piernas con Jess y su cabeza golpeaba el marco de la puerta. Pararon unos minutos durante los cuales Lana estaba tirada en el cuelo con la mano en la cabeza echa un ovillo, mientras que Jess se levantaba con la cara blanca y miraba al joven con la boca entreabierta.

-¿Lana? Lana responde por tu vida- Chillaba Jess mientras la zarandeaba. El joven se agachó y la recogió del suelo con tanto cuidado como le era posible, tampoco le fue difícil levantar esos 55 kilos de piel y hueso ¿Dónde estaban los músculos de esta chica?.

Entró en su habitación con la joven en brazos y Jess detrás. Le dijo a esta última que pusiera agua a calentar para curarla mientras él dejaba a su amiga en el sofá, pero cuando volvió la encontró durmiendo en su cama. Supuso que tendría que dormir la borrachera aunque vaya poco aguante que tenían.

Empezó a limpiarle un pequeño rasguño de la frente con algodón y agua, cuando fue a coger el alcohol del botiquí del hotel Lana abrió los ojos.

-tío,¿Me has pegado? Jo-der -Dijo ella mientras se restregaba los ojos.

-No cariño, te has dado tu solita contra una puerta-Dijo él mientras sonreía. La verdad es que le hacía gracia esa niña de mamá.

-Bueno, te perdono si me dices donde hay más alcohol-

-¿Qué  me tienes que perdonar si yo no te he pegado?-

-He dicho que te perdono si me das alcohol. Fin- El chico bufó y le sirvió un chupito de tequilo a ver si se callaba. La niña tragaba más que un borracho de campeonato.

-¿Y mis amigas?- Preguntó mientras se arreglaba el pelo de forma que la herida no se le viése.- ¿Y Por qué te aprobechas de mí estando en esta situación y me traes a tu cuarto querido..?- Movió la cabeza como esperándolo a que se presentara.

-¡Ah! Soy Dylan, un placer rescatarla señorita- Le besó la mano como un príncipe lo haría con su princesa. Buag, con Lana eso no servía de nada.

Dylan fue a la otra habitación a buscar a Jess - Tu amiga estaba aquí antes pero ¡Sorpresa! se ha ido y no me he dado cuenta-

-Claro, estabas demasiado ocupado mirándome a mi- Guiño por parte de la rubia

-Sí, a ti y a tu sujetador fosforescente- Dijo Dylan, tras lo que voló una torta a su cuadrádos pómulos haciendo que su pelo moreno dorado por el sol se moviera. Menos mal que sus años en el equipo de fútbol americano le habían hecho soportar bien el dolor porque sino sus ojos azules hubiesen dejado caer una lágrima ¡Menudo carácter tenía la niña!

-Vamos a la playa a buscarlas- Dijo esta mientras se ponía bien su top y lo cogía de la mano.

Lllegaron a la playa de noche. La iluminaba miles de luces de discotecas y pulseras de colores mientras todo el mundo bailaba y bebía. El olor a mar, a alcohol y a algo no autorizado en todos los estados impregnaba el aire y hacía perder la razón. Dylan la guiaba buscando espacio por reducido que fuera entre grupo y grupo de personas. Aún iban de la mano.

-Dylan, de aquí al paraíso solo hay un paso- Dijo Lana emocionada,

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