Al acercarme a el lo primero que mire fueron sus ojos, eran iguales a los ojos que ví cuando pequeña solo que ahora tenían arrugas, pero seguían teniendo ese brillo pícaro y divertido. Estaba casi ipnotizada cuando escucho a lo lejos alguein que me llama.
-Emma!
-Ah?-Contesto algo perdida
-¿como estuvo el vuelo?
-Bien
-Bueno, pásame la maleta- extendiendo su mano para tomarla
-No grácias, la llevó yo- contesto con una voz seca.
Comenzamos a caminar hacia la salida y se forma un silencio muy incómodo. Al llegar a la salida una mujer rubia nos hace seña con la mano.
-veni te presentaré a Vanessa- me dice caminando hacia la mujer.
-Hola linda- dice Vanessa acariciando el pelo, la quede mirando sin decir nada.
-Y bueno ¿que estamos esperando?- dice el con un tono alegre tratando de romper el incómodo silencio.
El camino a la casa fue interesante, mi papá puso la radio y comenzamos a escuchar soda estereo, creo que de el saqué mi buen gusto en música, ya que a mi mamá le gustaban las spice girls.
Al mirar por la ventana y ver la ciudad, comencé a recordar lo ocurrido en estos últimos meses y lo mucho que extraño a mi mamá