Antes de ir a la casa mi papá y Vannesa pasaron a comprar un par de cosas para comer.
Luego de esa pequeña parada nos dirigimos a la casa.
Al entrar lo primero que se podía apreciar era un mueble lleno de fotografía, me acerque a el y ahí un poco escondida había una foto de mi padres cuando se conocieron, mi papá Lucía un muy buen bronceado sin polera, con unos shorts azules y lentes oscuros, mientras que mi mamá vestía un lindo bikini rosa y su largo y oscuro estaba suelto al viento, pero lo único que yo podía mirar era su sonrisa, jamás había visto a mi mamá tan feliz.
-Emma, queres ver tu cuarto- dice Vanessa indicando un pasillo. Al entrar a la habitación quedé total mente sorprendido, todo era rosa y estaba llena de osos de peluche y muñecas y lo que más me llamó la atención un póster de un unicornio pegado en la pared.
-Lo siento tu papá me había dicho que tenías 11- dice Vanessa intentando darme una explicación por la horrible habitación que me había preparado.
-No importa- le digo sonriéndole - igual está linda.
- te parece si comemos algo y luego te ayudo a desempacar y arreglamos esto para que quede mejor, las dos sabemos que no está parada bonito- mirándome con una linda sonrisa y levantando una ceja.
Salí de la habitación con el celular en la mano intentando encontrar una señal wiffi, cuando choco con alguien -sorry no te vi- digo subiendo la mirada
- ¿y vos quién sos?- me pregunta mirándome a los ojos.
- la hija de Ariel- le contesto mirándolo fijamente y sin pestañear
-¿vos la hija de Ariel?- me responde incrédulo
-Si ¿estan difícil de creer?
-No- contesta entre risas -es que tu papá me dijo que tenías 11 y no creo que sea así y si es así pero que grande eres para tu edad.
-Si bueno mi papá no es muy bueno con las edades.
-Asi parese- mirándome con una sonrisa de lado - yo soy el hijo de Vanessa, Mateo mucho gusto- extendiendo su mano para saludarme.
-Hola, yo soy Emma y aclaro tengo 16 no 11- le digo entre risas. Nos quedamos mirando y sonríendo.
- bueno ya se conocieron- grita mi papá crusandoce de brazos frente a nosotros.
- si ya nos presentamos- contesta Mateo alejándose de mi.
-Bueno entonces vamos a comer.