#5: Besándose

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Sé que era una historia cada día (pues por eso se llama así :v) pero no me he sentido muy bien físicamente en estas últimas semanas... Y gracias a esas malditas molestias no tuve inspiración. Así que para no aburrirlos más aquí está el tema de hoy...

¿Besarme?

Dory jugaba con Nemo en el patio de la casa de su mejor amigo Marlin, quien los contemplaba desde adentro. Habían terminado de comer y a él le tocaba recoger la mesa.

Por centésima vez en ese día y por una extraña razón reflexionaba en voz alta sobre cómo pudo ser la vida de la amnésica joven antes de conocerla. Ahora que lo pensaba nunca le preguntó su edad.

—Y por qué te importa tanto su edad, eh? Ni que fueras a... —de repente dejó de hablar y se sonrojó involuntariamente. ¿En serio había pensado eso? ¿Besarla? ¿Enamorarla?—... Qué enfermo estás. —Sacudió su cabeza y siguió levantando.

Y ese cosquilleo que sintió cuando pensó eso ¿a qué se debía? ¿De verdad quería besarla? ¿Eso era correcto? ¿Cómo reaccionaría? ¿Nemo estaba preparado para saberlo? ¿Ella igual? ¿Lo que sintió era realmente amor? Tantas preguntas rondando por su mente lo hicieron sentir mareado. Así que se sentó en una silla, no sin antes soltar un quejido muy alto.

—¡Marlin! ¿Qué tienes? —La voz de Dory entrando lo sacó de sus peculiares pensamientos, pues eso no pasaba todos los días. También tomó lugar junto a él.

Pero por lo confundido, enredado y mareado que se encontraba apenas si pudo balbucear algo que la amiga no entendió, así que se acercó más, trayendo como consecuencia que el peli-naranja se pusiera más nervioso todavía. Se había sonrojado de nuevo.

—Marlin, ¿te encuentras bien? —pregunto inclinando su cabeza curiosa. Él negó.

—Papá, ¿qué tienes? —Ahora el pequeño Nemo fue el siguiente en preguntar.

«Genial» pensó.

—Marlin algo te pasa, estás muy... ¿Rojo? —le tocó la frente. Estaba ardiendo.

Y por si no fuera poco, llegó otra cosa rara. Al sentir la mano de Dory en su rostro, automáticamente, y sin pensar lo que hacía, la apartó tomándola con brusquedad.

—Hey, ¿qué haces...?

—Dory si hay una cosa que he querido hacer desde hace mucho tiempo es... Digo, no. E-eso no. Ehh... Olvida lo que acabo de decir, e-está bien? Y-yo... Lo que trato de explicarte... Verás —La peli-azul lo miraba más confundida pero de algún modo le gustaba que Marlin tartamudease cada vez que le hablaba. Y no pudo evitar sonrojarse.

—Marlin, no te entiendo. ¿Qué te pasa? —Aún con su mano entrelazada con la suya, y con el niñito expectante, el mayor sólo esbozó una sonrisa. Acto seguido, la miró a esos ojos magenta que tanta curiosidad le dejaban, y, como si se tratara de lo más normal del mundo, le contestó lo que estuvo pensando hacer todo ese rato.

—Quiero... Quiero besarte —confesó sin más. Aún la veía.

Dory en cambio no tenía una expresión específica. No parpadeaba, estaba más roja que él y, sin saber por qué ni cómo, sonrió. Pero no era una sonrisa normal, era una que mezclaba muchas emociones: emoción, alegría, confusión, miedo... ¿Amor? ¿Era de amor? ¿Por qué se estaba acercando? Espera... ¿Ella lo hacía o él? ¿De verdad había dicho eso? ¿Por qué?

—¿Besarme? Pero... —Marlin la interrumpió.

—Sé que es extraño. Yo también estoy confundido; de hecho más que tú. Pero te prometo que ésta será la única vez que te lo pida de esa manera. Toda la tarde he estado pensando en ti... No me malinterpretes pero es la verdad. Y en una de esas me ha llegado la necesidad de querer besarte. Soy un enfermo, loco, raro, tonto por pensar y querer eso, lo sé. También llegó un momento en el que sentí que esto era amor. Pero no lo descubriré si no lo compruebo.

Marlin notó que se veía más calmada y empezó poniendo su mano antes unida con la de ella en su mejilla. Dory no lo veía directamente, sin embargo, aunque no le respondió nada pensó igual que él.
Y de repente supo que sí la amaba. Ella no necesitaba besarlo para saber si estaba en lo correcto. Así que por instinto, y sin perder otro minuto más de su vida, lo tomó del cuello de su camisa y lo jaló hacia ella haciendo que la besara y abriera sus ojos como platos.

No se lo veía venir, eso estaba claro. Y después cerró sus ojos al igual que ella.

Nemo, quien ya estaba boquiabierto desde que su padre declaró que la besaría, se le iluminó la cara y sonreía a más no poder.

Besar a Dory era como besar a alguien que querías besar hacía mucho tiempo. Y para él esa no era la excepción.

Besar a Marlin era como besar a alguien con quien te sentías seguro a su lado. Y que querías estar con él siempre, sin importar los obstáculos y peligros que se presentaran.

De igual manera, los dos no se querían separar. Pero se vieron obligados a hacerlo por la típica falta de aire. Aunque sólo había durado unos segundos.

Cuando alejaron sus cabezas lo único que hicieron fue sonreírse.

No de satisfacción, ni tampoco de victoria; sino de lo que realmente habían descubierto: Se amaban.

Para Dory ese momento sería inolvidable. Y Marlin nunca olvidaría el día en el que besó a su mejor amiga y sintió amor por segunda vez.

Y sería la última.

Y bueno... Qué les pareció? Esperaban más lo sé. Que si hay segunda parte? Jajaja xD no :v Esto no es un fic shavos, son one-shots y no tienen continuación :V (no me digas) Pero si quieren que haga uno exclusivamente para este, lo haré 7u7 ok no. Bueno... Depende. Trataré de subir más seguido :3

(Cancelada) 30 días OTP challenge [#Dorlin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora