Parte 2

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Justin Bieber tras haber confesado el homicidio y haberse entregado a la policía, fue investigado por siete años, antes de que sea libre. Las autoridades incautaron en el citado caserón discos duros y una mísera de vídeos que contenían prácticas caníbales con otras personas. En ninguna se encontraba el detenido.



Nyla agarra el marcador y tacha por enésima vez el periódico en dónde dictaba que se necesitaba niñera. Le iba pésimo en eso, y estaba consiente de que otro trabajo más que cocinar no era del todo buena.

 — He estado toda la puta tarde, maldición. — Se queja, y su mejor amiga se ríe a carcajadas. Nyla le mira con cara de pocos amigos, y la rubia no hace más que retorcerse en el sofá y alzar las manos en signo de paz. — Como vez, no estoy de humor para tus bromas, rubia hueca.

— Oye, tranquilo viejo. — Comenta volviendo a reír, resonando la carcajada por todo el departamento. Era una cita célebre de la serie Drake & Josh, y ella misma recordaba aquél capítulo que siempre quiso copiar en una situación como en la que se encontraban ambas. — Amiga, no es el fin del mundo. Verás que podrás pagar la Universidad de una manera eficaz. Mira, una prima escogió llevar clases de poledance y aparte de ganar dinero en las clases, también las gana en los clubes nocturnos. 

—  Gracioso. — Bufa con ganas y se levanta para ir directo al baño. Su amiga rueda los ojos y se acuesta en el respaldo del sofá para luego cerrar los ojos y continuar ojeando una revista de moda que hace ya varias horas llevaba leyendo. 


Nyla se sienta en el retrete con el periódico en las manos. Sigue ojeando, frustrándose más al sólo leer la sesión de espectáculos y más mierdas que le hacían perder el tiempo. Tira el mismo, enojada y se toca la sien pensando en qué hacer. Apenas podía con el departamento y muchas ganas de llamar a sus padres para que le den una mano, no le apetecía. Se sentía patética con el simple hecho de buscar algo para afrontar su inestabilidad emocional. Un pequeño problema, le hacía perder la cabeza. Su histeria, su poca paciencia y también la manera de errar en todo cuando quería que las cosas estén bajo control. Su perfeccionismo le daban malas respuestas.

Se mira las uñas perfectamente pintadas de color negro, cuando por encima ve el periódico anteriormente tirado con fuerza; con la página abierta en una sección. En la tapa detallaba un relato de varios homicidios, pero no le tomó importancia a ello cuando sus ojos se plasman en un hombre alto que estaba parado de espaldas y gratamente vestido de traje, al lado de un cartel llamativo color dorado. En este se leía "BJ Motel". En el artículo se decía que se necesitaba empleada con experiencia. La muchacha bufa, ya que un "pero" tenía que haber. Se consideraba madura y profesional en algunas cosas, pero no exactamente para trabajar en un hotel. Más no aún, quería tener al menos una razón de sonreír y decir "lo intenté". Nyla mueve los labios dudando y vuelve a agarrar el marcador que estaba en su bolsillo. Era azul y en él, marca la dirección que se depositaba en el artículo.


—  Lo tengo. 








Caníbal © (+18) EN PAUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora