Capítulo 6

391 23 0
                                    

Miles de pensamientos pasaban por su mente, no quería pensar lo peor.

–¿Des?
–¿Me extrañaste?
–Eres un idiota. ¡¿Qué diablos quieres?!
–Hey, tranquilo. Sé donde estás... ¿no quieres que pase lo peor, verdad?
–No te atrevas. -en ese momento sentía el miedo carcomer todo su ser.

Des cortó la llamada.

–¡¡Maldito infeliz!!
–¡Hey! Harry, cálmate. -dijo la pelinegra algo asustada, aún sin entender.
–Quiero ir al hotel.
–Claro.

Sin más, después de lo ocurrido fueron hasta el hotel.

El moreno se encontraba en la azotea, el rizado caminó hasta el junto con la chica al verlo.

–Me llamó.
–¿Quien?
–Desmond Styles, ese hijo de perra.
–¿Qué te dijo?
–Al parecer sabe donde estoy, cada paso que doy, me está vigilando.
–Por Dios.
–¿Y si le hace daño a...? -tragó en seco, con un nudo en la garganta.
–¡No! No pienses en eso.
–Necesito verlo.
–Es peligroso para él, ¿y si mejor te alejas en lo que esto pasa?
–No, jamás...¡en mi puta vida!
–Baja la voz y cálmate.
–Necesito ir a verlo, claro. -dijo para correr hasta su auto e irse, ignorando las palabras del moreno y la chica.

Llegó hasta la casa del castaño, miró alrededor para asegurase que no había nadie y tocar la puerta. Rápidamente el castaño abrió y se sorprendió al verlo.

–Harry...¿qué pasa?
–Te necesito. -dijo con los ojos aguados.
–Tranquilo, entra. -dijo haciéndose a un lado para que éste entrara.
–Mi papá me llamó, me quiere volver a controlar. -mencionó sentándose en el sofá de la sala.
–Bebé me tienes a mi, ahora descansa ¿si? -dijo acariciando su mejilla- Te puedes quedar si eso quieres.

Ambos subieron hasta la habitación de éste.

–Hazza, estabas con...
–Hey, es solo una amiga más, bebé.
–Lo sé, solo que... -mencionó encogiéndose de hombros.

El rizado caminó hasta él, abrazándolo por la cintura.

–¿Celoso?
–N-no
–Si, lo estás.
–¡Harry!
–¡Louis! -ambos rieron.
–Ven, vamos a dormir. -dijo acostándose en la cama.
–Podemos hacer cosas mejores.
-mostró una sonrisa pícara.
–N-no, Harry. -mencionó sonrojado.
–Si, después me suplicarás por más.
–No, todavía no.

Ambos se abrazaron haciendo cucharita, el rizado en el pecho del castaño.

El rizado fué lo mejor que le pudo pasar al castaño, por casualidad de la vida el destino los juntó, y ahora nada podría separarlos

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El rizado fué lo mejor que le pudo pasar al castaño, por casualidad de la vida el destino los juntó, y ahora nada podría separarlos.

–Gracias. -apenas susurró el ojiverde cayendo en un profundo sueño al igual que el castaño.

~~~

Ya era sábado, hacía calor. El rizado se levantó al sentir que el castaño no estaba a su lado.

"Sé mi pintor." [LS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora