—No lo haríamos....
Ese fue Kagami quien al ver la nostálgica y sombría expresión en él rostro del Omega, decidió tranquilizarlo pero en su intento un poco de indignación. Ofensa.
Kuroko no retrocedió, mirándolo con ojos bien abiertos.—Tu lo dijiste, son alfas, no entiendo ni sé como reaccionaría ninguno de ustedes, Kagami-kun—suspiró distraídamente. No muy dispuesto a escucharlos—No entendería sus razones.
—No somos animales, Tetsuya.
Akashi habló en una tonalidad sobria pero sincera y por alguna razón decidió creerle. En realidad estaba gratamente sorprendido porque ya no veía esa mirada depredadora y pretenciosa en sus rostros, aunque la de Aomine y Akashi si que llegaban a ser intimidantes, parecía ser parte honesta de sus personalidades.
Bajo de ellos había una pizca de curiosidad y apreciación. Y comodidad.
Kuroko tendía a tener su corazón bajo la manga, pero prefería mantener su línea.—Lo sé—sonrío recordando lo que su tío había dicho hacía un rato. Miró sus rostros de uno en uno.—Supongo que si esto tiene que progresar, no puedo mantenerlos así.
—¿A qué te refieres, Kurokocchi?.
Sonrió ante el apodo, ridículo pero adorable.
Se levantó de su asiento, notando las piernas pesadas y la sonrisa tensa que tiraba de sus comisuras; se relajó a medida que se iba acercando a ellos.
Todos olían fuerte. Se entremezclaban tanto que perdían un poco de singularidad. Se volvía una nube densa y espesa que le revolvía el estómago.Midorima dió un respingo al verlo acercarse a él con soltura. Detuvo su mano con la propia. Kuroko notó la frialdad de sus manos grandes que cubrían enteramente la suya.
—¿Q-qué es lo que..?
Kuroko se encogió de hombros.
—Bueno, no son animales y yo no soy un trozo de carne tampoco. Supongo que podemos permitirnos ciertas libertades.
Con su mano derecha buscó por las abrochaderas del grueso cinturón metálico y tanteó hasta el pequeño panel oscuro, igual que el de el collar que llevaba en su cuello; había deducido todo aquello por lo que Kam había dicho hace apenas unos momentos.
Solo usted puede consentir si abrirlo o no
Y como supuso, en cuando pasó los dedos, el broche saltó ligeramente y emitió un pitido a la vez que se retraía hacia dentro del sofá y liberaba la cintura de Midorima que lo miraba fijamente, con las manos ahora apretadas en sus muslos.
Repitió él proceso cinco veces mas y ninguno de los Alfas sucumbió al impulso de sujetarlo o retenerlo, se limitaron a aspirar hondo y seguir cada uno de sus movimientos hasta que volvió a su asiento.Era una prueba, por supuesto. El Omega estaba ofreciéndoles su entera confianza, su ciega e inocente confianza. Ningún Omega criado fuera de estos muros, podría manejar estar en esta situación con tanta compostura y soltura como Kuroko.
Volvió a enfrentarlos.
—Ahora que estamos iguales, me gustaría hacerles una propuesta.
Asintieron, todavía mudos de la impresión por lo que él Omega acababa de hacer, embelesados por lo delicado de su complexión y lo fluido de sus movimientos.
Les hacía querer atenazarlo, protegerlo, arruinarlo de tantas maneras. Pero había algo mas, algo que no lograban identificar. Era algo así como la sensación de que cualquier cosa, hasta el mas mínimo gesto de sus diminutas y blancas manos, un parpadeo de sus pestañas o una simple respiración frágil y trémula de su pecho, los haría caer de rodillas ante él. Era casi instintivo.
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Omega Sigma
FanfictionKuroko Tetsuya es el Omega Sigma y su destino es salvar al mundo del desastre con su vientre. ¿Que harías tu? ¿Ofrecerias tu vida a cambio de la de los demás?. Advertencia: Esta novela es un Omegaverse y All×Kuroko. No es de una Ship en especifico y...