3. Bajo

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El sonido de la lata al agitarse corta el silencio de la noche. Susurros furtivos, pasos cautelosos, sensación de peligro. La adrenalina alcanza niveles altos, provocando la dilatación de las pupilas.

Boom Boom

La ciudad descansa.

¿Descansa?

Cuando la oscuridad llega, las criaturas de la noche surgen, reviviendo las arterias de la ciudad con su bullicio nocturno. Carteles de neón, fiestas privadas, encuentros secretos al abrigo de la hora del lobo. La noche guarda criaturas peligrosas, una persona de bien no debería atreverse a acercarse a ellas.

Boom Boom

Rugido. Giro. Derrape. Una y otra vez se repiten los sonidos como una melodía prohibida para los oídos de aquellos que viven en la absoluta normalidad. Porque al abrigo de la noche hasta el cordero más tierno no teme a mostrar su verdadera piel de lobo. La oscuridad protege a los suyos. No te protege a tí.

Boom Boom

Humo recortado contra el cielo nocturno. Botellas rotas. Risas ebrias. Música que como droga se introduce y reverbera en tu alma. Todos ellos llevan disfraces. Todos muestran un lado de ellos que a la luz del día intentan ocultar, resguardados por la oscuridad. Otros, por el contrario ocultan su verdadera y miserable forma diaria aprovechando que la oscuridad es su aliada. La pared comienza a cubrirse, sus colores cambiando, su superficie siendo manchada, una herida abierta al orden de la ciudad. Concentración.

3, 2, 1.

La obra se termina. El artista se aleja para observar a su hija con una mueca de orgullo despiadado. Su acompañante aplaude y ambos se dirigen a realizar la siguiente de sus maldades.

¿Son maldades?

No lo saben. Si lo sabían, ya lo han olvidado. Están embriagados de las sensaciones que la noche ofrece. No intentes siquiera introducirte en ella, porque podrías olvidar tu propósito.

Caminan, pasos resonando, botas dejando huellas invisibles, hacia su próximo objetivo. Observan el cartel de "Abierto 24 Hs" que se encuentra frente a ellos. El más bajo sonríe, haciendo una mueca, y observa al otro con el desafío en los ojos. El más alto le responde con una sonrisa en forma de cuadrado, como si de un código se tratara, e ingresan mediante las puertas corredizas. Así son los hijos de la noche, sus pensamientos racionales abandonados en sus hogares, listos para ser utilizados como abrigos durante las impetuosas horas en las cuales el sol se encuentra en lo alto. No sigas su ejemplo.

Pasos seguros. Sonrisa de ángel.

El chico de la sonrisa cuadrada se dirige hacia la parte trasera del lugar, buscando a su presa. Al avistarla no puede evitar sonreír de forma grotesca, revelando sus intenciones. Cierne sus garras sobre ella y asegura su captura de forma que nadie pueda verla. El de la mueca decide comprar algo. Elige lo primero que ve y paga mostrando un desinterés típico. Se dirige fuera con el carro de las compras, su camarada nocturno siguiéndolo de cerca. Las puertas se cierran detrás de ambos.

Respira profundo. Empuja. Corre.

El alto se sube al carro, y muestra su presa con orgullo. Choca los puños con su compañero y se deja empujar mientras saborea el líquido semitransparente que corre por su garganta. Son los dueños de la noche, su noche. La luna los observa desde lo alto, testigo única del acto delictivo de estos pequeños lobos. La noche transcurre, silenciosa pero con paso irrefrenable. Los hijos de la oscuridad saben que su tiempo de libertad se acorta.

¿Por qué la noche es tan adictiva?

Libertad. Libre albedrío. Libre expresión. Sin testigos. Sin responsabilidades. Sin obligaciones. Es sencillo para ella tentar a alguien como tú. Te recomiendo que hagas oídos sordos y reces por seguir caminando por la senda recta. Un simple desvío podría ser fatal. Insalvable. Irreversible. No perteneces a la noche, un paso en falso podría ser el final de tu corta existencia.

Dueños de la noche [VKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora