Algo cándido acariciaba su rostro. Se sentía liviano, envuelto en telas cálidas. Recordó los abrazos de su madre, se volvía a sentir como un recién nacido. Quizás eso fuera cierto y todo lo ocurrido hubiese sido un complejo sueño. Pero una parte de su mente sabía que se engañaba.
Un ruido hizo que frunciera el ceño. Sonaba como si alguien corriera una cortina. Notó su cuerpo dolorido y se quedó quieto, incapaz de moverse. No quería abrir los ojos. Sentía que estaba todo bien y quería quedarse un rato más así. No deseaba volver a la realidad. Oyó un pitido continuo, pero no pudo identificar de donde provenía ni cual podría ser su fuente. Le sonaba terriblemente familiar pero su mente apenas podía esforzarse en tratar de recordar. Notó sus fosas nasales siendo obstruidas por alguna especie de extraño objeto, aunque, nuevamente, no sabía de que se trataba. El aspecto positivo era que podía respirar bien a pesar de ese objeto extraño. Ambos brazos se hallaban entumecidos, al igual que el resto del cuerpo. Escuchó pasos que se acercaron hacia donde estaba el, pero sonaban algo lejanos, como si el estuviera en una habitación y esa persona se acercara a la puerta. Efectivamente, oyó una puerta demasiado cercana abrirse.
— Hey, ¿todavía sigues por aquí? El doctor dijo que no se iba a despertar hasta dentro de una hora o dos. — la dueña de la voz (era una mujer) se dirigió hacia el otro extremo de la habitación.
— Me dijeron que revisara si este paciente tenía la habitación en buen estado. Estaba por terminar.
— No me mientas, estabas pensando en fumar por la ventana, ¿verdad?
—¿Me ves capaz de algo como eso? ¿Quién crees que soy? — la voz, que provenía de otra mujer, intentó sonar enojada pero era obvio que no estaba molesta por lo que le había espetado la otra. — Iba a hacerlo pero pensé que quizás no era buena idea, después de todo tengo un paciente a mi lado.
— Fue una madrugada movidita ¿no?
— Si, me siento muy estresada. Entre este chico que ingresó a emergencias por un disparo en el abdomen y el otro — dejó escapar un suspiro— no tuve tiempo para estar tranquila.
— Dicen que ambos chicos estaban juntos cuando le dispararon a éste. Todavía no entiendo que le dio al otro para tirarse a un lago en el medio de la nada y suicidarse.
— Quizás eran amigos que pelearon, o estaban relacionados con bandas peligrosas, quien sabe.
—Igual este tuvo mucha suerte, la bala salió limpiamente, a milímetros de impactar en el bazo. No perdió mucha sangre pero aun así le tuvieron que hacer una transfusión. Al final solo atravesó músculos.
JungKook trató de no entrar en pánico. ¿suicidarse? ¿Tae? Quería levantarse y gritarle a las enfermeras, hacerlas escupir de sus labios toda la información que tenía. Pero la parte de su cerebro que funcionaba le decía que considerando el protocolo de los hospitales, una vez que notaran que había despertado, además de cortar la conversación provocaría un estado de mutismo a su alrededor por parte de todo el personal para evitar que las noticias tuvieran efecto en su salud anímica. Se quedó quieto, el sol seguía calentando su cara.
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Dueños de la noche [VKook]
Hayran KurguDos jóvenes atrapados en la libertad ofrecida por la noche. Sus decisiones lo son todo en un terreno tan complejo, manejado por humanos corrompidos por la oscura cara de la naturaleza humana. Si piensas que estás protegido al abrigo de la oscuridad...