Un disparo.
El mundo de V se partió en mil pedazos.
Hyun huyó sin mirar atrás, sumergiéndose en el bloque de apartamentos abandonado cuya puerta trasera daba al callejón.
Silencio. Desplazamiento de aire debido a un cuerpo que cae siendo atraído por la fuerza de gravedad. Golpe. Rodillas rebotando contra el asfalto derruido.
Una imagen que se repite una y otra vez en su mente. Quizás estaba destinado a eso. A ver morir aquellos a los que amaba, sin poder hacer nada para aliviar su sufrimiento. Su cuerpo reaccionó más rápido que su mente, intentando comprender la situación. Tomó a JungKook de los brazos y lo depositó en el suelo, pronto sus manos se dirigieron para hacer presión en el abdomen de su querido amigo. Había tomado el disparo que iba dirigido hacia él. ¿Por qué lo había hecho?. V se repetía esa pregunta mentalmente una y otra vez. Mientras miraba a su compañero directamente a los ojos decidió salir de dudas:
— ¿Por qué? ¿Por qué lo hiciste? — JungKook no contestaba, concentrado en el dolor — ¡Maldición! No merezco que te sacrifiques por mí, ¡idiota! No voy a dejar que mueras por mi culpa... ¡No lo permitiré!
Sacó a duras penas su celular de uno de los bolsillos delanteros de su pantalón y marcó, con los dedos temblorosos y manchados de la sangre que comenzaba a teñir la remera de JungKook de bordó, el número de emergencias. Esperó mientras escuchaba el continuo sonido de la otra línea, impacientándose cada milésima de segundo que pasaba sin ser atendido. De pronto escuchó:
— Buenas noches. — la voz sonó monótona, acostumbrada terriblemente a su trabajo.
V respondió al instante, explicando la situación y el lugar en que se encontraban. Esperaba que la voz al otro lado de la línea pusiera pretextos debido a lo dudoso de la situación, pero por suerte recordó cuál era su trabajo y se apresuró a preguntar por el estado de JungKook.
—Creo que está semiinconsciente, le estoy haciendo presión en la herida pero no tengo idea de cómo y dónde lo perforó la bala. — la voz de V sonaba aterrada y al borde de un colapso nervioso, por lo que el empleado intentó calmarlo y darle instrucciones antes de cortarle avisándole que la ambulancia se hallaba en camino.
V sentía ganas de gritar. Por su culpa su amigo se hallaba tendido en el suelo, al borde de la muerte, donde él debería estar. Notó la culpa... y el alivio por no haber recibido el disparo. Sentía ganas de vomitar. La visión se le había vuelto borrosa debido a las ganas de llorar de angustia ante la posibilidad de verse separado de su chico amado. Sus manos temblaban de manera incontrolable, por lo que su celular cayó al suelo. No le dio importancia. Lo único que tenía importancia en este momento era JungKook. Su cara había perdido gran parte del color y sus pestañas subían y bajaban frenéticamente al ritmo de su agitada respiración. Despegó sus labios, con lo que parecía la intención de decir algo pero solo salió un sonido sibilante. V lo observó intentar de nuevo, tratando de concentrarse en mantener sus manos presionando y evitar que se fueran directamente a acariciar su rostro.
— T-tae...
— ¿Conejito? — intentó que su voz no sonara aterrada, otro fracaso.
-Quiero que sepas que en verdad me gusta mucho que me digas así. — hizo una pausa, se lo veía agotado y se esforzaba demasiado para hablar — Tae, has sido un gran apoyo para mí y quiero que sepas que hice esto por ti porque eres la persona más importante de mi vida. Mi único amor.
V comenzó a sollozar. Las lágrimas corrieron de golpe, provocadas por las palabras de JungKook. Desde la muerte de su madre no había escuchado algo así, y hasta ese momento no se había dado cuenta de cuanto las necesitaba. De cuánto necesitaba recoger los pedazos de su corazón roto y comenzar de nuevo en brazos de alguien que lo amara.
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Dueños de la noche [VKook]
FanfictionDos jóvenes atrapados en la libertad ofrecida por la noche. Sus decisiones lo son todo en un terreno tan complejo, manejado por humanos corrompidos por la oscura cara de la naturaleza humana. Si piensas que estás protegido al abrigo de la oscuridad...