Capítulo 47

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Ana

Deslizo mi falda negra por mis muslos para que no luzca arrugada cuando bajo del auto.

Estoy usando uno de los conjuntos que Kate compró para mi.

Una blusa de mangas largas, negra con estampado de lentes de colores pequeños en ella, me llega hasta los codos y la he metido en mi falda. La falda es negra, alta y ajustada, por mi vientre pero al llegar a mi cintura es floja y suelta, no me llega a las rodillas. En mis pies, unos botines negros con tacón.

Tengo que admitir que luzco bien.

-Que tenga una linda velada, señorita Steele -me dice Verónica. Le sonrío.

-Gracias. Nos vemos mas tarde -le respondo y continuo caminando hasta llegar al restaurante.

De nuevo el Grime. Los recuerdos llegan a mi y al instante sonrío. Al parecer a los chicos Grey les gusta este lugar.

En cuanto entro el mismo hombre trajeado que me recibió junto con Christian hace un tiempo me saluda ahora mismo. Me pregunta sobre mi reservación.

-Me esperan adentro -le digo. Parece dudoso -. Vengo con el señor Elliot Grey -él de inmediato lo reconoce.

-Oh claro. La acompaño a su mesa -me dice dándome una sonrisa formal. Me hace una seña para que pase y asiento en agradecimiento.

Esta vez siento que vengo vestida para la ocasión. Siento que no estoy tan fuera de lugar.

Logro divisar al rubio en una mesa cerca del fondo del restaurante. Él también se percata de mi y se pone de pie.

-¡Ana! -me saluda en tono alegre y cantarín. Le sonrío.

Se acerca y deja un beso en mi mejilla.

-Hola, Elliot -le digo dándole un pequeño abrazo.

Termino de llegar junto a él a nuestra mesa y jala de una silla para que yo tome asiento.

-Gracias -musito al sentarme. Él se límita a sonreír y se deja caer enfrente de mi.

-Ya he pedido la cena, espero y no te moleste.

Resisto una mueca y niego con la cabeza.

-Esta bien.

Nos quedamos un momento en silencio. Joder, no sé como empezar a decir esto.

-Ana, desde que te conozco nunca habías aceptado ni una solo cita conmigo, pero ahora tu me ha invitado. Me has tomado por sorpresa.

Sonrío.

-Es que... Ahora es diferente.

-¿Estamos aquí por Kate, no es cierto? -me dice. Abro la boca pero en ese momento, una camarera se acerca y nos sirve un poco de vino, así que espero a que se marche.

-Si. -le respondo al cabo de unos minutos.

-¿Ella esta bien? ¿Esta en problemas? -Sí que esta en problemas.

-Esta bien, tranquilo.

Suspira y asiente.

-Elliot, tengo que preguntarte algo. -él me mira con el ceño fruncido -. ¿Tu... Tu quieres a Kate?

Esta será la base para armarme de valor y decidirme si esto vale la pena o no.

-¡Claro que si! -exclama. Suspiro aliviada -. ¿Por qué lo preguntas?

Cojo mi copa y doy un trago de vino suave para que el alcohol me de valor.

Vamos Ana, tú puedes.

Querida señorita SteeleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora