C A P Í T U L O 3

195 5 7
                                    

Al estar a unos cuantas casas cerca de la nuestra Liam corre y toca la puerta, y al no recibir recibir respuesta saca el llavero de su bolsillo. Aún desde aquí puedo oír a Milo llorar y ladrar desesperadamente por que lo dejen salir.

Liam finalmente gira la llave y lo deja salir, éste empieza a saltar una y otra vez sobre él de la emoción, y en cuanto ve a Tyler corre hacia él.

Noto que la puerta de la casa de los "Jones" está semi-abierta, intento ver a través de ella pero me detengo. No, no es una buena idea...

Quito la mirada de inmediato y me apresuro a entrar a la casa.

-... podamos. Los amamos-oigo decir a Tyler mientras cierro la puerta- Más a Tyler. Adiós..

Camino por el pasillo hacia la cocina.

- Eso no es cierto- dice Liam intentando coger el papel de sus manos- déjame ver

-¡Si!-Tyler se lo da mientras le señala éste con el índice-Aquí, mira

-¿dónde?...¡Eso no dice!

-No, pero lo pensó-dice él en su defensa.

-ya, claro

-¿Qué sucede?- pregunto mientras dejo la mochila en el respaldo de una de las sillas y voy hacia el lavado.

-La abuela no vendrá- volteo a verlo confundida - ha dejado una nota.Hemos tenido unos cuantos inconvenientes, nada de qué preocuparse. El almuerzo ya está listo, duerman temprano y no olviden ponerle seguro a la puerta. Llegaremos tan pronto como podamos. Los amamos...

-Más a Tyler- dice Tyler completando la frase.

Liam rueda los ojos. Sonrío.

Lavo mi rostro y sobo cada rincón de él mientras veo caer el agua grisácea producto del Ko-Use. Después, seco mi rostro con una toallita que me da Liam y en cuanto me muevo, él toma mi lugar y de la misma manera Tyler.

Después de almorzar ambos se van a sus cuartos. Me quedo en la sala, termino de hacer la tarea del día siguiente y al terminar cojo la lista de compras y la meto en mi bolsillo izquierdo.

No me gusta salir. No me gusta que la gente me vea. Siento que soy diferente a ellos, pero no como si fuese superior sino todo lo contrario; siento que mi defecto es el peor de todos. Salir al campo con Máx es... diferente, ahí no hay nadie que me pueda ver.

Subo las escaleras de dos en dos y cierro la puerta de mi habitación con extremo cuidado. Saco el vestido gris de mi madre del armario y lo dejo sobre mi cama. Lo usaré por primera vez.

Entro al baño y miro mi reflejo en el espejo, lo único que resalta en mí es mi defecto, el cual me hace lo que soy. Imperfecta.

Mi marca se encuentra un poco más arriba de mi ceja derecha. Pongo una mano sobre el cristal y me veo sin él. Suspiro y bajo la mirada, aún sin él no me vería hermosa, no sería como una perfecta. Mi mirada se detiene en el frasco Ko-Use, la pintura negra que usa todo el pueblo obligatoriamente para cubrir sus imperfecciones los días en que se enciende la pantalla gigante.

Ley 34 G. Ko: Formaré parte de esta potente nación, la serviré y defenderé hasta los últimos días de mi vida. Usaré el k-use como forma de respeto y sin objeción alguna en los días de...

El General nos detesta y más aún si nos llegara a ver sin maquillaje. Busco entre los cajones de mi mesa de noche la pulcera de mi madre, es de cuero; mi padre se la regaló cuando ellos eran jóvenes, en ese entonces mi mamá tenía catorce y mi padre dieciséis.

INNER BEAUTYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora