MONSTER; vhope

uno,

Hoseok subió la mirada. Jugueteaba con el borde de su bonita camisa mientras tocaba nerviosamente la gran puerta frente a él. Se sonrió a sí mismo. Constantemente se decía "tranquilízate".

Después de esperar aproximadamente dos minutos en los que se sintió cómo subía la temperatura. La puerta finalmente se abrió, revelando una señora de pie en la entrada. Hoseok le sonrió amablemente. Sin embargo, la señora no le devolvió la sonrisa. En cambio, ella hace un gesto con la mano que al parecer significaba "pasa". Hoseok solo hizo una pequeña reverencia y entró a la casa. Se quedó sin palabras cuando entró a la casa; ya se imaginarán ustedes, quedó boquiabierto. Pero, cuando se dio cuenta de esto, cerró su boca y al voltearse, se encontró con tres mujeres observándolo. Él sonrió cortésmente, aunque ellas, extrañamente, no le devuelven el gesto. Se fijan en él sin emoción alguna. Hoseok se empieza a sentir incómodo al darse cuenta de que es el único sirviente masculino de esa casa.

—Uhmm, hola. Soy Jung Hoseok, el nuevo sirviente masculino de la Agencia Cleanshine.—dijo, mientras trataba aún de sonreírse.

—No estés tan feliz. Pon tus cosas en tu respectiva habitación y ponte a trabajar. —le dice una de ellas, señalando una habitación del pasillo.

Hoseok estaba un poco confundido por esa manera de dirigirse a alguien que acababan de conocer, pero de igual forma obedeció y llevó su equipaje a la habitación.

—No estás aquí para perder el tiempo, así que ponte a trabajar. — le dijo una señora después de lanzarle una escoba mientras hoseok intentaba atraparla sin que esta le golpeara el rostro.

Hoseok inicia su trabajo en la cocina, barriendo. Hay una señora, que lava los platos con diligencia. Pensando positivamente, es la más amable de todas. Por lo tanto, se decide a preguntarle algo que le rondaba por la cabeza.

—Disculpe, ¿joven? —le inquirió ella.

—Yo me estoy preguntando cómo es nuestro jefe en realidad.

—Tengo un consejo para ti.—la señora dejó el lavado. —S-sólo no lo hagas enfadar y estarás bien.

Hoseok sintió como una parte de su cuerpo se adormecía mientras tragaba con dificultad.

¿Qué se supone que significa eso?

Continuó barriendo, hasta la sala de estar; después de una hora de asear, sonó el timbre de la casa.

—¡Ve a abrir la puerta! —le ordenaron.

Al abrir la puerta, se encontró con dos ojos oscuros mirándole con intensidad.

—¿Quién eres tú?—se alejó un poco al ver la proximidad del hombre, e intentó mostrar su agradecimiento con una pequeña sonrisa.

—S-soy Jung Hoseok, el nuevo sirviente, Señor.

No estaba delirando, pero vio al hombre sonriendo ladinamente al marcharse, dejándolo muy confundido en la entrada principal de la casa.

Dos semanas han pasado desde que conoció a su "Amo". Hoseok se siente bien, pues piensa que su trabajo está bien hecho. Solo bien hecho.

De hecho, no se ha reunido adecuadamente con su amo. No es como si le importara, pues cuando tiene tiempo para descansar, solo duerme o mensajea con sus amigos. Excepto hoy. Hoy, hoseok está aburrido y sus amigos al parecer están ocupados. No tuvo mucho trabajo que hacer hoy, pues solo se le asignó algunas partes de la casa y ya había terminado, por lo tanto, no tenía nada más que hacer.

Todas las sirvientas son en general tranquilas y muy estrictas. No son el tipo de amigo que Hoseok desearía tener para divertirse y conversar un rato.

"¡¿Por qué lo haces así?! ¡Hazlo correctamente o el Amo se va a enojar!"

"¡¿Acaso quieres hacer enojar al Amo?!"

"¡No trates de hablar conmigo!"

"Deja de sonreír."

Hoseok no entiende porqué no puede siquiera sonreír.

¿Me veo estúpido sonriendo?

Realmente no hay nada que hacer en la casa, así que Hoseok se levanta y se dispone a caminar por la casa en silencio. Nota que la casa siempre está en silencio y tranquila, al igual que la pared en sí era de color gris, por lo que tenía un aspecto apagado todo el tiempo. No hay muchas personas alrededor y los muebles son en su mayoría blancos y negros.

Hoseok subió las escaleras, aun sabiendo que tiene prohibido subir, pero qué niño tan curioso es. Él sabía que normalmente a esta hora las criadas salían a comprar comestibles y tal vez salían a reunirse con sus amigos. Por lo tanto, estaba prácticamente solo en casa, lo cual le daba seguridad de que no sería atrapado rompiendo una regla, ¿Verdad? Hoseok miró hacia todas las direcciones y tragó saliva con dificultad.

¿por qué mi corazón se acelera?

Había tres puertas allí. Todas tenían el mismo aspecto y hoseok no sabía cuál era la habitación principal. Evitará sobretodo ir a esa habitación. Por eso, decidió ir a la última puerta, pues dedujo que esa no era la puerta de la habitación principal. Abrió la puerta lentamente, dentro era muy oscuro, por lo cual buscó inútilmente un interruptor. Al encontrarle, intentó de encender la luz, pero tropezó con algo y cayó inmediatamente.

Afortunadamente, cayó sobre una cama al instante en que se levantaba para encender la luz. Hoseok sintió una presencia en su espalda.

—¿Qué estás haciendo aquí? —la voz ronca hizo que se arrepintiera de todo lo malo que ha hecho en su vida.

—Y-yo...- tartamudeaba.

—Niño malo, muy, muy malo. — hoseok sintió el aliento caliente sobre su cuello y sabe que lo arruinó. Trató de levantarse, pero el otro lo empujó hacia abajo mientras agarraba con fuerza la muñeca del joven chico, clavándolo en la cama.

—Ahora, ¿cuál será tu castigo, niño malo?—hoseok intentaba a toda costa escapar de las garras de su Amo. —Uhmm, ya sé. Empieza tu castigo, bebé.

hoseok sentía cómo unos labios y una lengua se paseaban por su cuello, el pobre solo pudo llorar.

—P-por favor, n-no...— aún tenía la esperanza de que solo fuera una pesadilla.

...

HEY, STAPH IT.

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