las siete tumbas

La 2da parte de las siete tumbas...

El amigo del younque que era Elián falleció a sus 96 años, Fue enterrado en su propio terreno un lado del rio.
Antes de morir el dejo sus escrituras a Brais. Todos esos años nunca le dijo que era su padre por miedo a que lo rechazara por eso siempre le decía que lo quería como su hijo que nunca tuvo.

Se mantuvo de su lado para siempre estar con él, para lo que necesitaba. Como Brais ya estaba viejo y avía perdido la vista, sus hijos le quitaron toda la herencia que le avían dejado.

Sus parcelas se secaron junto con sus árboles de frutos, tumbaron todo para construir sus casas el caballo se murió de tristeza al no ver a su dueño, el hermano más pequeño era el más ambicioso. El fue creciendo y hoy en día es el dueño de todos los super mercados., Los 3 hijos dejaron
de visitarlos ya no los veian, la hija única iba todos los días a hacerles de comer o a hacerles la limpieza.
Paso un año y medio, dejo de ir a verlos por su esposo y sus 2 pequeños hijos gemelos llamados Sebastián y Uriel.
Ellos deseaban conocer a sus abuelitos, pero nunca los llevaron a conocerlos y Brais nunca conoció a ningún nieto ellos solo se ocupaban en sus propios asuntos. Llego el momento que se sentían cansados él y su esposa
ya estaban muy ancianitos y no podían hacerse de comer ellos mismos, no podían salir a conseguir comida, todos se olvidaron de ellos dos...
El día llego de derrumbar la casa, entraron sin tocar la puerta llegaron camiones, maquinas, trabajadores, arquitectos, contratistas y todo para tumbar la casa que les estaba estorbando. Para poder construir la carretera., Al ver que estaban rodeados de toda esa gente que querían quitarles la casa se les nublo la vista.
Un señor contratista llamado Aurelio, se presento para hablar con ellos seriamente con el papel de la orden.
La señora no reaccionaba, quedo en shock, se le nublo la vista completamente le afecto tanto que cayó al suelo, uno de los trabajadores la levanto y la llevo al sofá, rapidamente llamo a una ambulancia. Brais al ver a su esposa que estaba grave, salió al patio de su casa, se sentó en su mecedora favorita viendo a todos tumbando su casa, ver llegando más camiones de volteo y retroexcavadoras empezó a recordar todos los momentos hermosos que paso con cada uno de sus hijos y todos los momentos que paso a lado de su maravillosa esposa que tanto quería y amaba como a nadie, el siempre le prometió estar hasta el ultimo día de su muerte con ella, y que por ella daba toda su vida entera. Y así fue.
El se imaginaba como serian sus nietos al cual nunca los conoció, estaba imaginándose que los cargaba, los abrazaba, los defendía de sus padres cuando los regañaran, darles el poquito dinero que ganaba vendiendo leña, como se sentiría dándoles besos en la frente, contandoles historias de todo tipo de géneros, y lo mas importante, como se sentiría que lo llamaran abuelo...

Minutos después, llegaron las ambulancias se bajaron rápidamente los paramédicos muy deprisa a checar a su esposa, Brais se levanto de la mecedora que tanto quería porque era un recuerdo de su padre Elián, se la regalo cuando era niño, la aprecio desde el día de su muerte, se fue detrás de los paramédicos a ver a su mujer y no le dejaron pasar., Aurelio se sentía culpable por llegar de esa manera tan brusca.

Brais fue hacia la cocina y le sirvió un vaso de agua con un pan dulce de canasto y se dirigió asía donde estaban los paramédicos les dijo que los dejaran pasar que era lo más importante para los dos estar juntos, vio a su mujer que le estaban dando electroshock (electrocardioversión), para intentar restablecer el ritmo cardíaco, Brais se sentó un lado de ella a tomar un trago de agua y mastico un pedazo de pan dulce. El paramédico le dio el ultimo electroshock y no respondió ya era demaciado tarde la señora no respiraba...
minutos después se puso helada, Brais hablo con ella, le dijo: ¿te acuerdas que te prometí estar con tigo toda la vida, hasta el día de nuestra muerte? Bueno aquí estoy, ese día ya llego.
Dejo el vaso de agua y el pan a un lado y se recostó con ella, el la abrazo, ella se ponia cada vez más helada y pálida, todos estaban afuera muy apenados de la muerte de su esposa, estaban esperando a que se despidiera de ella y mientras estaban tratando de localizar a algunos de sus hijos, el teléfono de ellos ya no funcionaba, empezaron a buscar algún numero o algún celular para contactar a alguien de su familia a algún conocido, hasta que encontraron un numero pegado en la alacena ya estaba el papel todo viejo, muy apenas se distinguían los números, el nombre estaba en cursiva y no se entendía lo que decía, marcaron y contesto el hijo menor, el ambicioso:
-Bueno, ¿Quién habla?
-Hablamos... para informarte que tu mamá acaba de fallecer...

El quebró llanto, se sentía destrozado...

Paso