Love is like that → TaekWoon ✧ Leo

02

Después de cinco días, para lo único que regresaba a casa era para dormir. Dejé de ir a mis clases, pero con ello no había problema. Mi hermano logró sobornar a mis profesores y juraron no abrir la boca.

Era divertido salir sin nadie que te prohibiera todo. Sentirme con la fuerza de hacer lo que yo quería, subía mi ánimo.

Llegué a casa exhausta. Me senté en el sofá y cerré los ojos para relajarme.

—Señorita, ¿quiere que prepare la cena para usted?

—No, está bien—Asentí—. Puedo pedir algo a domicilio.

La mujer no dijo nada más y se marchó. Unos minutos después, MinHo bajó las escaleras, se veía estresado.

—¿Qué te pasa?—Pregunté viéndolo fijamente.

—Papá llamó—Dijo con una expresión de miedo y nervios—. Dejó asuntos pendientes aquí, y tenemos dos opciones; lo arreglamos nosotros o contrata a alguien para que se encargue de ello y de cuidarnos.

—¿De qué se trata?—Mi estado era igual o peor que el suyo—¿Algo complicado?

—No… bueno, depende—Suspiró—. Quedó en acuerdos para publicidad en la empresa.

—Podemos hacerlo, tú eres bueno haciendo negocios—Dije con esperanza—. En la universidad eres de los mejores, ¿no?

—La diferencia es que esta vez no será una clase más…

—Iré contigo y te ayudaré en lo que pueda.

—Genial, todo sea por ser libres unos días más.

—Exacto.

—Pero aún hay algo más…

—...

—Tenemos que convencerlo de que somos capaces—Bufó.

—Despídete de tu libertad temporal—Me dejé caer en el sofá nuevamente—. No confía en nosotros.

—Pero, a ti muchas veces te escucha—Dijo con cierta esperanza.

—Eso es cuando quiere cumplir mis caprichos—Reí—. Y no lo hace porque él quiera, simplemente cree que eso me mantendrá encerrada.

—Vamos, inténtalo. Yo me encargo de los asuntos de la empresa, y tú de papá, ¿está bien?

—... no prometo nada—Aclaré.

—Todo sea por mantenerlo lejos—Sonrió.

—Eso sonó cruel, pero, estoy de acuerdo.

Toda la noche pensé en una excusa para mi padre. Uno de mis mayores dones, era arruinarlo todo, y por una vez en la vida, deseaba hacer las cosas bien, de otra manera, no volvería a ver la luz del sol.

Me levanté dispuesta a llamar a papá. Tomé mi celular y marqué su número, unos segundos después contestó.

—¿____?—Escuché su voz.

—Papá, hola—Hablé con emoción—. ¿Qué tal Rusia?

—Con mucho trabajo—Suspiró—. No he podido descansar.

—Me imagino—Hice una pausa—. No quiero que te sientas presionado.

Mi drama estaba a punto de comenzar.

—Está bien, terminaré con esto lo antes posible y regresaré a Corea. Tal vez en dos días.

—No, deberías tomarte unos días allá—Dije con ternura—. MinHo y yo nos encargaremos de todo aquí.