The Legend of Zelda ♦ Hasta que la locura nos separe. ♦

Día 13 - Aquello que el tiempo restauró

Amanecer del día decimotercero

O eso es lo que les gustaría decir a los dos compañeros pues debían perseguir a toda costa a aquel rey Dodongo que pertenecía a la época del pequeño Link cuanto antes y recuperar la ocarina del tiempo que el monstruo se llevó. Tras una larga carrera por el terrible y caluroso desierto, llegaron hasta su objetivo, ante ellos se levantaba un enorme edificio de piedra muy antiguo: el patíbulo del desierto 

Link OOT: ¿¿Cómo se ha podido meter ese monstruo ladrón aquí...?? No importa... ¡Tengo que recuperar mi ocarina!

Cuando el Link del tiempo se disponía a subir las escaleras que le llevarían al interior del edificio estas se derrumbaron junto con la pared que tenía delante de el, provocando que el héroe del tiempo recibiera fuertes cortes por su cuerpo a causa de las puntiagudas rocas que caían de la pared destruida, de entre los escombros el rey Dodongo volvió a dar la cara.

Link OOT: ¡D-dame mi tesoro...!

El héroe del tiempo apuntó con su espada hacia el enorme lagarto y el pequeño Link le imitó, sin embargo, ambos se quedaron paralizados durante un segundo...¿Cómo se derrotaba al rey Dodongo? Con bombas y en ese instante ninguno de ellos poseía ninguna bomba en sus provisiones.

Link OOT: Sera mejor que... ¡HUYAMOS Y RAPIDO!

El Link del tiempo tomó por el brazo a su pequeño compañero y trepó por los restos de la pared derrumbada, entrando así al patíbulo por el enorme agujero que había provocado el rey Dodongo tras su aparición, sin embargo, el enorme lagarto no dudó en aprovechar la ocasión y seguirlos esperando devorarlos y acabar con su aventura.

En el interior del patíbulo todo estaba oscuro, no se veía apenas nada solo se podían escuchar como las arenas se movían y los pasos del rey Dodongo no muy lejos de su posición.

Link OOT: Mientras sigamos corriendo acabaremos llegando a algun lugar antes de que...¡¡Aggh...!!

El héroe del tiempo se vio interrumpido al ver como su cuerpo empezaba a hundirse rápidamente en la arena, su pequeño amigo tiró de su brazo todo lo que pudo pero no funcionaba en absoluto.

Link OOT: ¡Pe-pequeño...! Acércame esa cadena de allí deprisa

Afortunadamente para los desafortunados amigos, una enorme y resistente cadena de acero no se encontraba lejos por lo que el pequeño Link la tomó y la acerco a su compañero ya con la arena llegándole hasta los hombros, este la agarró con fuerza y pudo salir de su tumba de arena respirando fuertemente por el borde de la muerte que acababa de superar. ¡Pero no había tiempo para descansar, el rey Dodongo les pisaba los talones!.

Tras una cansada persecución evitando la arena como podían, los dos Link encontraron finalmente unas escaleras que les llevarían hasta lo más alto del patíbulo, el lugar donde el espejo del crepúsculo fue destruido hace unos años, sin embargo contaban con un pequeño inconveniente, pues no había ninguna salida estaban completamente rodeados.

Link OOT: No....No puede todo terminar aquí...

El pequeño Link se acercó a su compañero, pues ante ellos se encontraba el rey Dodongo dispuesto a lanzarles una poderosa ráfaga de fuego y no tenían nada para poder defenderse. Ambos héroes se abrazaron y cerraron los ojos aterrados por lo que sucedería a continuación, sin embargo algo no salió como el rey Dodongo esperaba pues en un momento de descuido se encontraba con dos flechas en los ojos y completamente ciego.

Link OOT: ¿Qué esta...?

Ambos Link miraron sobre la cabeza del reptil totalmente ciego y lanzando potentes ráfagas de fuego hacia todas las direcciones, allí se encontraba... ¡El Link del crepúsculo, había venido a salvarles!