Histeria

64 2 0
                                    

POV Liam.

Son las 7 de la mañana y aún no había ni un rastro de Olivia. Se supone que la fiesta habría terminado hacía una hora porque es cuando los directores de la fraternidad la cierran todos los sábados. Había estado llamándola desde entonces pero no contestaba así que decidí salir a buscarla.

Me vestí rápidamente con lo primero que encontré, salí de casa montándome en el coche y dirigiéndome hacía allí. Esta mujer me quería matar, sabiendo que tengo que descansar para el examen del lunes y que hoy debería despertarme temprano para terminar de estudiar, y sigue de fiesta haciendo vete tú a saber qué.

Aparqué en la puerta y me bajé rápidamente entrando, viendo que aún no habían cerrado porque unos estudiantes se habían quedado a ayudar a recoger, vamos los que nunca bebían.

-¿Habéis visto a Olivia?-les pregunté.

-Hace bastante rato que la vi subir al piso de arriba-me contestó uno de ellos.

Subí en busca de mi chica, abrí puerta por puerta, tal vez ella se encontrase mal y se hubiera dormido en alguna habitación. Entré en una de ellas a la que a la par que entraba escuché un gemido, y antes de que pudiera cerrar me di cuenta que no era un gemido cualquiera, sino el de ella.

-¿Olivia?-pregunté atónito. No me esperaba esto en lo absoluto, no la creía capaz de hacer esto.

Pov Olivia

Miro a la puerta algo confusa y luego miro al chico con el que estoy. Me aparto rápidamente y me tapo con la sábana.

-¿Li-Liam...?-digo trabándome por culpa de mi embriaguez. Me levanto con la sábana aún rodeándome y voy junto a él agarrándole del brazo.

-No me toques-contestó seco apartándome bruscamente de él. Me eché hacía atrás, asustada por su reacción. Me agacho a recoger mi ropa del suelo, al fijar mi vista en Liam, pude observar que miraba a su mejor amigo con furia en sus ojos, tanta era la furia que parecía que lo estaba matando. Del momento tan tenso que nos rodeaba a los tres, el efecto del alcohol había reducido, pero aún seguía sin tener los pies totalmente en la tierra.

-Liam escúchame-él me miró, aún con el ceño fruncido-. Vamos al coche y déjame que te lo explique-me acerqué lentamente a él para intentar calmar toda la situación.

-No tienes que explicarme nada. Lo he entendido todo, pero haberme dejado cara a cara hubiera sido menos humillante que esto.

-No te he dicho nada porque esto no es lo que quería que pasara, cielo-volví a agarrarle el brazo.

-¿Ah no? ¿Y cómo puedes argumentar que hace 3 minutos estabas tan borracha que no podías ni pronunciar mi nombre, y ahora de un momento a otro estás perfectamente sobria?-se separó de mí y sin dejarme decir nada más se marchó de aquella habitación.





2 años después.


Tras 10 horas de vuelo al fin aterrizamos en Los Ángeles. Me habían mandado a una nueva universidad por haber repetido, ya que mi anterior curso había ido fatal. Desde que Liam rompió conmigo y desapareció, mis ganas de seguir estudiando se esfumaron. La causa de que me enviaran a otra universidad era porque la de Londres era ''demasiado buena'' para mí.

Al llegar a la dirección que me indicaron de la universidad, fui hacia el despacho del director, para que me diera todas mis cosas e instalarme en mi nueva habitación. Eso hice, coloqué todas mis cosas y al abrir el armario confirmé mis sospechas de que tendría que compartir habitación. En cierta parte me incomodaba un poco el hecho de pensar cómo sería su primera impresión de mí, o si podríamos congeniar y llevarnos bien. Quité esos pensamientos y me dispuse a colocar mis cosas al lado de mi habitación, coloqué mi ropa en el armario, deje todos los libros que me acababan de dar y me tumbé en la cama, ya que estaba bastante cansada del viaje. Oí la puerta y me incorporé, vi a una chica morena, ojos marrones y la verdad es que era linda, le sonreí.

-Hola, soy Olivia, acabo de llegar.

-Hola, yo soy María, pues encantada y bienvenida a la universidad.

-Se ve bonita la verdad.

-Sí, iba a ir a a dar una vuelta por ahí para verla y tal, ¿quieres venir?

Como no tenía otra cosa mejor que hacer accedí a ir y en el trayecto empezamos a hablar sobre lo que íbamos a dar, que hacíamos antes, lo que nos gustaba.., y varias cosas más, poco interesantes. La verdad es que era una chica bastante agradable, me cayó muy bien, teníamos muchas cosas en común y me gustaba su sentido del humor.

-¿Te vienes a un café? He quedado con mis amigos-me preguntó cuando me hubo enseñado la mayor parte del sitio donde ahora estudiaría.

-Por supuesto, así voy conociendo más de esta ciudad-le sonreí.

Nos dirigimos de nuevo a la habitación para cambiarnos de ropa y coger nuestras cosas. Después de eso nos montamos en su coche y condujo hacía el sitio al que había quedado. Durante el camino me iba describiendo la personalidad de sus amigos, por lo visto ninguno estaban cuerdos, ni siquiera ella. Aparcó en una calle que no tenía más que casas, por lo que supuse que al sitio al que íbamos no solía tener muchos aparcamientos libres.

-Aquí es donde quedamos siempre, por si algún día estas sola en la habitación y te apetece salir. Y como puedes ver no queda muy lejos de la universidad-me decía mientras andábamos al café. Una vez allí ella se dirigió rápidamente hacía una de las mesas en las que se encontraban 3 personas-. Esta es Kylie, él es Louis y el rubio se llama Niall, es el más peligroso de todos-rieron haciendo que me una a sus risas aunque no entendiera el porqué.

En el transcurso de la tarde, al principio me sentí un poco fuera de lugar, pero me supieron acoger bastante bien, por lo que cogí confianza rápidamente.

Hysteria | l.p.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora