Capítulo 30

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La plaza, vacía como siempre a esa hora, era bastante tranquila, pero algo llamó mi atención, el árbol de al frente, tenía un papel que no había visto al subir -al árbol- en el que estaba.

Me bajé de él con una curiosidad que me carcomía por dentro.

¿Acaso era para mi?¿Acaso estoy loca? ¿O es sólo un afiche de un cachorro perdido?

Ya estaba parada frente a él.

“¡Oh ________!

Te quiero mucho, pero debemos admitir que nuestras vidas separados es una completa basura.”

Estaba muy sorprendida, no podía dejar de leer aquel papel una y otra vez. Lo quité del tronco para leerlo con mayor detención, hasta que otro suceso inesperado sucedió.

-¿Crees que lo que dice ese papel es cierto?- Alguien me preguntó a mis espaldas, desde el árbol en el que antes estaba sentada, provocando que soltara un gritito, no se si por el susto, o por que sabía de quien era aquella voz.

-¿Bruno?- El chico no emitió ninguna palabra mientras yo esperaba una respuesta aun dándole la espalda.

-Desearía ser ese chico que tuvo la suerte de haber conquistado a la más perfecta chica de este mundo. Pero sólo soy otro idiota que se cruzó en tu camino- Fruncí el ceño mientras asimilaba su respuest. Iba a comenzar a llorar.

-Bruno- murmuré mientras comenzaba a correr en su dirección mientras él bajaba del árbol.

Fue el abrazo más perfecto que algún día pude recibir. Al fin podía sentir a mi Bruno a mi lado. Al fin podía sentir su aroma, y sentir su cuerpo rozando el mío en un cálido abrazo.

Estaba en ese momento ante mi Bruno. No necesitaba palabras. Sólo su abrazo me era suficiente,  podía sentir la fuerza con la que me abrazaba y su respiración que se coordinaba con la mía.

El momento era perfecto.

Los niños salían de sus escuelas y corrían a la plaza persiguiendo un balón, los

padres caminaban de la mano y una par de niñas jugaban con Spike.

Todo era un sueño.

-Hey ______, no llores ¿Por qué lloras?-Su voz rompió el silencio junto con el contacto de nuestros cuerpos.

-Esto no es real…

-Claro que si es real _______. Esto está sucediendo. Hice contigo lo que no hice con otra, vine por ti. Estoy aquí pequeña y merecemos una oportunidad.

Clarissa. Bruno hizo pot lo que no hizo por ella. Él había venido por mi.

-Bruno, sí eres tú...- Mencioné convenciéndome.

-Claro que lo soy- me confirmó con una voz dulce.

Pero aún no podía creerlo. Necesitaba tocarlo. Mi mano cubrió su rostro y me di cuenta de que tiritaba.

Mi mano perdía fuerza y comenzó a caer deslizándose desde sus ojos y nariz, hasta que mis dedos tocaron sus labios, fue cuando perdí la concentración y mis ojos se dirigieron a los suyos.

No había conversación entre nosotros,  sólo contacto visual,  hasta que comencé a sentir su respiración más profunda. Su
mano quitó delicadamente la mía de su rostro y la bajó entrelazándola con la suya, mientras su otra mano hacía lo
mismo que yo había hecho antes, palpaba mi rostro. De pronto deslizó su mano hasta mi cabeza.

-Estoy aquí _______ y vine porque te amo.

Su rostro se acercó al mío y dudó unos segundos. Luego apretó mi mano y realizó el acto más bello que podía esperar de aquel Bruno escritor de grandes cartas y aquel chico que había logrado enamorarme.

Bruno me besó.

Aquella brisa de otoño me había devuelto la felicidad, pues sabía que tenía al chico indicado frente a mis ojos, y  no faltaban mas de 4 meses para volver a mi verdadero hogar, a aquel en el que había encontrado mi sentido en este mundo, y que entraría a la universidad, y que si bien dejaría a mamá y a Aaron, había
aprendido con un gran chico a correr el riesgo por mi felicidad.

Y mi felicidad,  mi felicidad estaba con mi chico escritor de cartas.

Fin♥

Solo Una Carta |Bruno Mars|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora