Capítulo 3- Dejarse llevar

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Cogí el pijama limpio y fui hacia el baño, mirando antes a Rob, y le lancé un beso riendo.

-Podrías dármelo y no lanzarles ¿no?

-Ahora sé que me voy a duchar con el cerrojo puesto.

-Uf... mejor.

-Que idiota eres.

Entré en el cuarto de baño y cerré la puerta, poniendo cerrojo.

Comencé a desnudarme y puse el agua calentita, más tarde me metí bajo la ducha y comencé a enjabonarme, primero el pelo y luego el cuerpo, me aclaré y me envolví en una tolla el cuerpo y en otra el pelo.

Me sequé y me puse el pijama, después quité el cerrojo por si tenía que entrar Rob y empecé a cepillarme el pelo para desenredarlo y más tarde secarlo.

Fui a mi cuarto y me puse algo de música, Rob no estaba en el comedor, supuse que estaría en su cuarto.

Cerré la puerta y abrí el armario viendo lo que Rob me había dejado.

Era un vestido precioso, color palo con espalda al aire de tirantes, y en la parte delantera poco escote.

Pensé en ponerme tacones, pero denegué la opción al pensar que iba a ir con Rob y no sabía donde íbamos realmente.

Cogí un abrigo y lo dejé en la cama y me puse unos zapatos bajos.

Fui al baño y empecé a maquillarme, un maquillaje sencillo con tonos nude.

El pelo lo recogido en un moño despeinado, informal.

Salí del baño y preparé el bolso, me eché mi perfume y toqué en la puerta de Rob.

No contestaba y me extrañó, entre y vi en la cama una nota, empecé a reír.

"Amelia, te dije que iba ser una noche especial y así es, te espero abajo. Un beso."

La madre que le parió.

Me puse el abrigo y cogí el bolso, y bajé.

Ahí estaba él, frente a la puerta, mirándome embobado, me sonrojé y ande hacia él.

-Holi...

-Ho.. hola...

- ¿Qué pasa?

-No pensé que te fuera a quedar tan... tan

- ¿Mal?

-Estúpida...

-Bueno, ¿dónde vamos?

-Pues... ven...

Me acerqué a él y sonreí esperando a que me respondiera y él me agarro de la cintura y me pegó a el. Acercó sus labios a mi mejilla y me susurro en el oído.

-Vamos a acabar en tu cama.

Sus palabras recorrieron todo mi cuerpo haciendo que mi piel se pusiera de gallina e incluso me llegase a excitar, pero tenía que disimular, no quería caer con él, aunque algo me decía que iba a ser complicado esta noche.

- Y así es como Rob la caga antes de empezar...

-Anda móntate.

Me monté en la moto y me acomodé, cosa difícil con el vestido, pero puse el bolsito entre las piernas para que no se viera nada y me puse el casco, luego me abracé a su cintura y puse mi cabeza en su espalda.

Él se puso el casco también y me miro de reojo antes de arrancar, estoy segura que le gustaba esa situación, sacarme de la zona de confort y de control.

Mencionando mi nombre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora