—¡Estúpido saukerl!— Gritó alguien.
¿Saukerl?
La voz de una chica, sirenas, golpe fuerte en la espalda, un chico rubio en frente.
Desperté en el hospital, con una sábana azul al rededor de mi cuerpo. Genevieve estaba sentada a mi lado, se le veía cansada y tenía un labio hinchado.
Volteé mi cabeza.
—¿Saukerl?
—¡Shh! No digas eso— Casi pudo sonar un susurro
— Me duele la cabeza...Cerré mis ojos adoloridos, tenía un cicatriz amplia en la espalda desde pequeño, me dolía como si me la hubiese hecho apenas.
Se acercó, acarició mi labio inferior con su índice y podría atreverme a decir que sonrió.
— Es casi gracioso que acabándonos de conocer ya te haya pegado mi mala suerte. Lo siento.
— No tienes por qué. ¿Él es tu novio?
— Eh, no pero aún se le dificulta entenderlo.— Sonreí
—Qué le pasó a tu labioTe giraste y me ayudaste a incorporar. Me diste un sorbo de agua y tomaste mi mano.
— Las personas... es decir, a veces errores — Te aclaraste la garganta— Comenzaré de nuevo, no siempre...
O tal vez, todos los días.
— No todos demostramos... el afecto de las misma manera, o sea, él quiere proteger— la interrumpí.
— ¿Te golpea?— Apreté mi puño.
— ¡Enfermera!Pi, pi, piii.
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Hay muchas cosas que no importan cuando casi estás muriendo, pero esa no era una de ellas.
-Dave.
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La chica del café ™ -Srta-panda
RomanceSi hubieras sabido lo que pasaría luego...Tú no tenías la culpa, yo enloquecí. Ahora que no puedo hablarte cara a cara; mi única manera de explotar es contándolo todo. Me arrepiento tanto. Estaba por cerrar el café cuando entraste, llevabas una moña...