THG: Las lenguas del amor.

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Sus cabellos rubios rebotaron cuando salto a mis brazos, aun manchada del liquido marrón, me quedo estático, Delly fue mi primera novia, eramos muy amigos de pequeños y ella profesaba amarme a medida que fuimos creciendo, mis sentimientos por ella se fueron aclarando, dejandolos solamente en un profundo cariño. No tuve tiempo de moverme cuando ella salio de mi.

—¡Dios mio, Peeta!—sonrió—cuanto tiempo sin verte. Disculpa, por la emoción te he manchado a ti tambien— ella sigue sonriendo y busca como arreglar el desastre en mi camisa, sin embargo, aún no encuentro que reacción tomar, claro que me alregro de verle, es solo que todo fue muy complicado despues de la ultima vez que nos vimos.

Luego de unos minutos, logre salir de la impresión—No te preocupes—

—Estas muy palido, ¿Te sientes bien?—preguntó con autentica preocupacion.

Su delicada mano se dirigia a mi rostro y rapidamente me aparte de su curso—Fue un gusto verte Delly, pero no es un buen momento—

Me senti un patán y un cobarde por no querer tratar con ella.

—C-claro—se veia triste y eso me golpeo como una patada en el estomago.

—Fue un gusto verte pero debo ir por unos cafés—.

Mi cuerpo se gira y practicamente huyo del lugar, caminó apresurado a las escaleras, los pensamientos me aturden pero decido barrerlos a un lado, ahora lo mas importante son Prim y Katniss, las piernas se sienten mas largas y doy grandes pasos subiendo los escalones de esos cuatro pisos que me separan de la mujer que amo, mis pasos devoran cada uno, trato de borrar las manchas en mi camisa pero todo intento parece inposible y cuando llego a mi destino.

Todo es un caos.

[…………]

La casa se siente muy fria.

Vacia, seria una mejor palabra.

Las paredes ya no tienen colores, el cafe es simple y amargo, la soledad es mi unica compañera en estas paredes que una vez llame hogar, pero eso se ha quedado en un vago recuerdo del pasado.

La barba en mi cara hace picar mi nariz, no he tenido ganas de quitarla, no tengo cabeza para las cosas mas sencillas de una vida cotidiana. Johanna sigue llamando a mi telefono hace dos meses no me presento a trabajar, estoy seguro que ya perdi el trabajo.

Y la cabeza, también.

Hace mucho tiempo no he sabido nada de Katniss, simplemente se esfumo luego de la muerte de Prim, yo no estaba a su lado cuando recibio la noticia, solo alcance a escuchar su grito desesperado, como el de un animal herido a punto de morir, los doctores y enfermeras intentaron tomarla, pero nada pudo evitar que se reuniera por ultima vez con su adorada hermana, mis piernas parecieron responder antes que a mi mismo, corria tras ella, que se quedo congelada al ver una imagen que supuse era horripilante, las lagrimas detuvieron el curso en su rostro, que hasta ahora me doy cuenta de ellas, se queda estatica.

Ambos estamos en shock.

Ahi ya hace Prim Everdeen una preciosa jovencita con sueños, con un futuro prometedor, esta palida, desde mi distancia puedo ver su rigidez caracteristicas de los fallecidos, su cuerpo se ve como si hubieran vaciado hasta la ultima gota de su sangre, su rostro girado maquiavélica hacia nosotros con los ojos muy abiertos, el miedo era el poema en su rostro. Me senti frio ante la imagen, mire a Katniss de reojo y todo el dolor se habia trasformado en furia.

Y yo era su proxima victima.