¿Podrás Escapar De La Bestia? EN EDICIÓN.

-Besos

Este último tiempo he pasado por algunas cosas, no muy buenas; primero me separe de mi familia por estudiar, mi ex novio me golpeó y ahora esta James. No puedo describirlo a él, no encuentro las palabras apropiadas. Podría decir que es el idiota más dulce, pero eso es muy cliché y masoquista. No puedo llorar por él y después volver a sus brazos. Ya no.

Creo que varias veces he dicho que me mantendré alejada de él, pero no lo he echo. Pues ahora si estoy dispuesta a dejarlo atrás. Además no ocurrió nada entre nosotros, sólo fueron unos cuantos besos, como James dijo.

Las vacaciones de invierno acabaron, ahora sólo queda el segundo semestre y podré decir adiós a mi primer año de universidad. No me ha ido a la perfección, pero tampoco soy un desastre.

Hoy era jueves y Samuel, sí, el chico de la última fiesta que asistí, me ha invitado un café. Estuvimos en contacto este último tiempo y es agradable hablar con él. Me ha contado sobre su familia; vive con su padre, ya que su madre lamentablemente murió y claro que no entró en detalles, también vive con su hermana de veintisiete años, es madre soltera, así que vive con ellos y Samuel me ha dicho que ama mucho a su sobrina, como para alejarse de ella.

Mi celular comenzó a sonar.

-¡Ali!-era Carrie tras la línea telefónica.

-¿Pasó algo, Car?-le respondí.

-Sí, bueno es mi mamá está un poco enferma y me han llamado desde casa e iré a verla.

-Oh Carrie, ve con cuidado, me llamas cuando llegues y cuando vuelvas a casa.

-Iré con Liam, en su jeep. Tendrás que llevarte nuestro auto-me dijo mi amiga.

-Claro, estaré en cinco minutos en el estacionamiento, para que me des las llaves.

-Esta bien, Ali-dijo Carrie y corto la llamada.

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Estaba sola en el departamento, eran casi las nueve de la noche y creo que Samuel me ha dejado plantada. No recibí una llamada, ni un mensaje de su parte, pero bueno puedo decir que de ahora en adelante seré inmune a los hombres y en su totalidad inmune a los que tengan ojos oscuros y me llamen cariño.

Me encuentro en mi momento "depresivo"; extraño a mi mamá y a Celeste, es mi hermana pequeña, pero tambien es la única que sabe sacarme de mis malos ratos.

Mi celular sonó:

-Hey, Alicia-era Samuel.

-Hola-le respondo sin animos.

-Te pido mil disculpas por llamar a esta hora y por no llamar antes, pero mi padre me necesitaba con urgencia. ¿Podría pasar por ti ahora?

-Claro...-no dude en contestar, debía salir con este chico-¿A que hora pasas?

-Pues, en veinte minutos más o menos. Nos vemos entonces, Ali-me dijo Samuel.

-Adiós.

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Hace más o menos diez minutos Samuel pidió nuestra orden, en una cafetería bastante agradable. Tenía ese ambiente casual que me hacia sentir cómoda.

-¿Cómo va la semana?-me pregunto Samuel.

-Todo bien hasta ahora, mis profesores están tomándose relajos en clase. ¿Qué tal tú?

-Hoy...

Llevábamos un buen rato hablando y riendo de las anécdotas de Samuel. Bueno, también le conté muchas cosas graciosas. Era fácil entablar una conversación con él y fácil reír de una tontería.