Bar

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Fue un día de locura total... Yo debía sentarme en un maldito lugar y asimilar todo esto. Pues, ya  tenía el trabajo de mis sueños, con unos personajes de anime como mis compañeros y jefes... ¿Qué es todo esto? Debo estar drogada... Sí, eso debe ser. 

Justo al salir de la enorme empresa, caminé y caminé tanto como mis tacones me lo permitieron, debía pensar... O más bien comprender que todo esto no era uno mas de mis sueños locos, sino que era algo real, algo que estaba viviendo en carne propia y que no sabía como coño iba a asimilarlo. 

Me detuve frente a un bar, que era primera vez que veía en toda mi vida, de hecho este lado de la ciudad no lo frecuento demasiado, sin pensarlo, entré y pedí una cerveza, rayos... 

Un bartender muy atractivo me atendió con amabilidad, cabe a destacar que no fue hasta la cuarta cerveza que me di cuenta lo sexy que era él, pero estaba tan sumida en mis pensamientos que hice caso omiso a aquello. 

  — Para una vez que me gusta un hombre, termina siendo hijo del dueño de la empresa y para colmo mi jefe directo... —  Susurré, mientras le daba un sorbo a mi botella, fue justo cuando la botella resbaló de mis manos, estrellándose en las cerámicas de aquel lujoso bar ¡Lo que me faltaba! — Maldito día —  Dije entre dientes, mientras me inclinaba a recoger el desastre.

  — ¿Puedo ayudarte en algo? — Cuestionó una voz a mis espaldas, me giré dispuesta a decirle que se fuera a la mierda, no quiero que nadie me hable. Pero cuando enfoqué mi vista, pude ver que se trataba de alguien que no esperaba ver aquí, de hecho, no esperaba ver en ningún lado, o sea... Se supone que los personajes animados son sólo eso, personajes dibujados que no existen en la vida real.

— ¿Qué acaso la zona está infestadas de personajes de Naruto? — Expresé con ironía, mientras veía como el hombre de cabello grisáceo sonreía.

— Oh, eso. — Sólo se limitó a decir, mientras se agachaba y me ayudaba. 

— No necesito que me ayudes. — No entendía por qué me sentía tan molesta, creo que era por el simple hecho de haber tenido tanto tiempo sola, sin nadie que si quiera me llamase la atención y de un momento a otro me consigo con un hombre cuyas características son las mismas de un personaje de anime, no cualquier personaje, sino el de mi personaje preferido... Suena ridículo incluso pensarlo. 

  — Es una lástima que una mujer tan hermosa sea tan malhumorada. — Respondió, mientras ambos nos levantábamos, una vez recogido el desastre de vidrios.

— Y una mierda. — Contesté, pidiendo otra botella. 

— Que sean dos. — Dijo Kakashi, de pronto, yo lo fulminé con la mirada, si no necesitara el empleo, sin dudar hubiese rechazado la oferta. 

— ¿Qué es lo que quieres? — Pregunté, sin rodeos. 

— Quiero conocer a quien voy a educar en el área. — Soltó, sacando un cigarrillo, mis ojos se abrieron de golpe. — Hatake Kakashi, Director de Ventas de la empresa Uchiha Corporations -Technology&Fashion, un placer. — Dijo mientras dejaba escapar el humo inhalado, sentí como mi boca se abrió. 

  — ¿Es que acaso me están persiguiendo? ¿Firmé un contrato con sangre y no me di cuenta? — Dije y el sólo esbozó una amplia sonrisa. — ¿Qué es tan gracioso? — Pregunté, algo desesperada.

— No es nada... Es sólo que andas algo alterada. — Respondió, encogiéndose de hombros. 

— ¡¿Qué esperas?! De pronto lo que tu creías que era irreal, comenzó a formar parte de tu vida, sin preverlo. — Contesté, ladeando la cabeza. 

— Otra vez con eso. — Dijo, entre risas. — Hace mucho tiempo que alguien no mencionaba el tema, Kishimoto hizo de nuestras vidas una caricatura, literalmente. — Dijo él con ademanes, mientras se llevaba el cigarro a sus labios otra vez.   

— Es que... ¿Cómo es posible? — Apreté fuerte la botella, sintiendo como helaba mi mano. 

— No es tan malo... De hecho, es extraño que alguien que no sea de Tokio sepa acerca del tema. Debes ser muy fanática de la historia. — Dijo Kakashi, recargando su rostro sobre su mano, mirándome con atención, no pude evitar observar ese lunar que tenía debajo del labio inferior. 

— Oh, en serio tienes un lunar. — Solté de golpe, el sonrió. 

— Sí... Esto, él se tomó muy en serio esto de crear los personajes en base a lo que somos realmente en nuestra vida cotidiana. — Respondió, achinando sus ojos mientras sonreía. 

— Entonces, lees novelas pervertidas también. — Agregué como una afirmación, empinando la botella de cerveza. 

— Jé, algo así. — Dijo él rascándose la cabeza. Yo sólo suspiré profundo, a decir verdad, bajé mis defensas, no tenía sentido estar a la defensiva, ya no, me relajé y sólo concentré mi atención en la cerveza que tenía al frente. 

Kakashi comenzó a contarme a cerca de la empresa, como funcionaba y por qué era tan importante que yo tuviese conocimiento del área de ventas, que él sería técnicamente mi tutor por un tiempo, pero que mi jefe en realidad sería Itachi, nada más y nada menos. Cuando el Señor Fugaku me contó la situación, pues, tuve el impulso de salir corriendo, literalmente... Con el simple hecho de saber que Itachi sería mi nuevo jefe, Sasuke sería mi compañero y que el Señor Fugaku era el dueño de todo, era más de lo que podía soportar, todo parecía una novela. 

Las horas pasaron y fueron como 11 cervezas las que tomé, a decir verdad estaba algo mareada, así que debía irme, el tiempo pasó volando y eran más de las 5pm. 

— Pareces ser una buena persona, Kakashi. — Le comenté, sacando el dinero para cancelar. 

—   Oh no, yo pago. — Interrumpió él, sonriéndome, yo sólo asentí. Él tenía unos bonitos labios, aun no entendía por qué Kishimoto le colocó una máscara. — ¿Te vienen a buscar? — Cuestionó, mientras ambos salíamos del bar. 

— Esto... En taxi. — Respondí, encogiéndome de hombros.  

— Si me lo permites, podría llevarte. — Agregó él, sonriendo de igual forma, a lo cual no pude negarme, además, Yoshiro me mataría, no le he atendido ni siquiera una llamada. 

Caminamos hasta un hermoso Mustang GT rojo, estaban forrado en billete estos seres, espero yo también estarlo dentro de poco, pensé. Abrió la puerta con decencia, para luego arrancar. 

A pocos km estaba el apartamento de Yoshiro. 

  — Muchas gracias por traerme... — Dije, mirándole. 

— Ha sido un placer, eres una buena chica. — Expresó, achinando los ojos a causa de su sonrisa.

— ¡Oye! No soy un perrito para que me digas eso. — Protesté, seria, bajándome. Él sólo esbozó una sonrisa. 

— Te veo mañana a las 8am. — Me guiñó un ojo, yo sólo asentí y sonreí... 

Él se fue y mientras caminaba al ascensor, recordé que Itachi ni siquiera sabía que yo sería su nueva Diseñadora... Menuda mierda, mañana sería un día lleno de controversias. 

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⏰ Last updated: Feb 28, 2017 ⏰

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Esos ojos oscuros... |Itachi y tú|Where stories live. Discover now