Café

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Tenía tantas preguntas y tan pocas respuestas, de un momento a otro mi cabeza se volvió una maraña de interrogantes. Era ilógico, todo era ilógico... Su nombre, su físico, su hermano... ¡Su hermano! Joder... También era jodidamente guapo, es que... No puede ser real todo esto. Mi mente no se callaba ni un instante. Me duché pronto salí del apartamento de Yoshiro, él estaba en su trabajo, era periodista. 

Paré el primer taxi que pasó y fui hacía mi hogar, que cuando pude entrar estaba desolado. No le hice mucho caso, me dirigí automáticamente a mi closet, comenzaba mi dilema... ¿Qué debería ponerme? Siempre me han dicho que tengo una belleza única, con un sex appeal tan alto que dónde llegue jamás podría pasar desapercibida. Sin embargo, quería lucir radiante. Escogí un vestido rojo bastante casual, nada elegante, incluso parecía una braga, un poco holgada justo dónde caía, aún así este destacaba muy bien mi pequeña cintura, mis formados senos y mis piernas blancas lucían muy bien con él, era un poco menos de una cuarta sobre la rodilla, y unas sandalias negras sin tacón, quería lucir fresca y hermosa.


Las horas pasaban, y yo cada vez estaba más nerviosa, cuando vi el reloj eran las 2:30pm, corrí a la ducha y tarde aproximadamente 30min allí, siempre me gusta disfrutar de una larga ducha. Comencé arreglarme... Inicié por mi cabello, caía debajo de los hombros, casi a mitad de mi espalda. Lo alisé un poco y continué.


45 minutos más tarde ya estaba lista y se hacía tarde, me detuve a mirarme, y sí, me veía hermosa, mis labios rojos destacaban increíblemente, me sonreí, tomé mi bolso y salí de allí. Nuevamente paré un taxi y de nuevo sentí como el corazón separalizó por un instante y luego palpitó a todo galope. Suspiré...Hace tanto que no me sentía así, no comprendo por qué este completo extraño provoca esta sensación en mi, es... estúpido. Cuando pude reaccionar, estaba a una cuadra del café dónde cité o me citó él... Siento que ese no debe ser su verdadero nombre, realmente me parece una burla.

Noté que el taxi se estacionó justo frente al café y mis manos comenzaron a sudar – ¿Quieres calmarte? – Me dije en voz baja, el taxista me miró extraño, me reí mentalmente, pagué y bajé de allí. Mientras caminaba, pude sentir que fue el recorrido más largo de mi vida, entré al lugar y lo vi... Ahí estaba, joder, en serio ¡Ahí estaba! Tan jodidamente perfecto, tragué grueso, y continué caminando, entonces él se percató de mi presencia y se puso en pie,sus ojos me atravesaron como una filosa espada, sentí que me examinó de pie a cabeza, su sonrisa no se hizo esperar y entonces aquellos ojos oscuros se posaron en los míos, me paré frente a la mesa casi sentía como si apenas abriera la boca mi corazón saldría desbocado.

–Perdón por hacerlo esperar. –Dije... Espera, ¿Lo traté de usted? Esto está peor de lo que creí saber.

–Oh, no llegas tarde, yo llegué antes. Permíteme. – Me respondió, acercándose y sacando una silla para mi. –Y no es necesario las formalidades. – Me dijo inclinándose hacia mi, casi susurrándole a mi oído, un escalofrío recorrió mi espalda, pude percibir su perfume... Ese one million, ligado con su aliento mentolado, realmente sentí como mi boca se hizo agua y mis manos temblaron.

Él regresó a su asiento, vestía un elegante traje de corbata, supongo que venía de su trabajo, su cabello estaba recogido con una cola y caían algunos mechones en su rostro dándole un aspecto extremadamente sensual. Hubo un silencio, bastante incómodo para mi. Él parecía tan calmado, tanto que me exasperaba.

–¿Qué desean ordenar los señores?– Preguntó un camarero.

–Por favor, un café moka con crema.– Dije, sin mirar la carta.

–Que sean dos, por favor. –Habló él y yo me sorprendí,él sólo me miró y me regaló una sonrisa ladina.

–Enseguida. –Respondió el amable camarero.

Esos ojos oscuros... |Itachi y tú|Where stories live. Discover now