➳ Treinta

525 71 9
                                    


Lo que había dicho Ashley de que tenía pruebas era verdad.

La tarde del accidente de Freddy:

Ese día había ido a mis clases de inglés, Bryan pasó por mi en el auto; como todos los días y no porque quisiera si no porque mamá se lo ordenaba.

Recuerdo que íbamos camino a casa pero recibió una llamada de mi primo Yannick, alcance a oír que le dijo que todo ya estaba listo.

Su mirada le había cambiado, dio una vuelta en seco y cambiamos de dirección. En el camino pasó por mi primo, iba vestido todo de negro al igual que Bryan; en ese momento no le tomé importancia, minutos después pasamos también por su amigo Gabo.

Iban muy felices y se cuchicheaban cosas, luego llegamos como a una especie de barrio, y estacionó el auto.

Después él y mi primo se bajaron del auto y me dijo que me quedara ahí con Gabo, porque ellos dos tenían que arreglar unas cosas.
Por más que le rogué que no me dejara sola con él, lo hizo.

Unos minutos después se escucho que estaba discutiendo con alguien, no sabía quién era. Luego se empezó a oír que estaban golpeando a alguien y como se quejaba, ahora que lo analizó el que se estaba quejando era Freddy.

Yo saqué mi celular para llamar a la policía y pedir ayuda, pero Gabo se dio cuenta y me agarro del brazo; me dijo que si lo volvía a intentar iba a abusar de mí de nuevo y aventó mi celular a la cajuela.

Pero quizá el destino o la suerte estuvo de mi lado y accidentalmente cuando Gabo lanzó el celular se activo la cámara y comenzó a grabar vídeo. Sólo se veía el techo del auto, pero el audio se oía perfecto.

Me escondí debajo del asiento del copiloto, me tape los oídos pero los gritos y quejidos cada vez eran más fuertes.

De repente la sirena de una patrulla se empezaba a escuchar, llegaron corriendo Bryan y Yan y subieron rápidamente al auto. Traían puesta una especie de capucha negra y estaban cubiertos de sangre.

Estaban tan ocupados en salir huyendo de ahí que se habían olvidado de mi celular. Lo tomé con cuidado y lo guarde dentro de mis converse.

Bryan siempre había sido tan arrogante. Él nunca se equivocaba y estaba acostumbrado a salirse siempre con la suya.

El Sr Villalpando se puso a escuchar aquella grabación. Sentando en el estudio de la casa pálido.

Las arrugas de su rostro se movían al ritmo de los sonidos y voces de aquella grabación. No era difícil imaginar la violencia y crueldad de ese día.

Un crujido se escucho y cerró los ojos en respuesta; eran las costillas de Freddy. Volteó a ver Ashley y ella estaba sentada en el pequeño sofá cubriéndose los oídos.

Alonso estaba al lado de ella abrazándola y secando sus lágrimas que resbalaban por sus mejillas.

Su mirada se cruzo con la de Alonso, el miedo lo paralizó: su hijo pudo ser el siguiente, el pequeño Alon había estado casi toda su vida alrededor de ese demente y no había sido capaz de darse cuenta.

Ya me contó Gabo lo que trataste de hacer, eres una idiota.

Te advierto que si le cuentas algo de esto a alguien, voy a dejar que Gabo juegue un rato contigo; ya sabes a que me refiero y después voy a prender fuego a tu cuarto, pero contigo dentro.”

Fueron las últimas palabras que se escucharon antes de que se cortara la grabación. Y lo peor es que habían salido de la boca de Bryan.

Alonso se quedó boquiabierto esperando a que su padre dijera algo al respecto. Pero se llevo una gran sorpresa, su mamá estaba detrás de la puerta escuchando todo, entró y le dio el teléfono toda temblorosa a su esposo.

madness; jalonso villalnela #CD9AWARDS2017 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora