#39

5.1K 254 2
                                    

Jenna's POV

Esa noche no dormí, todo debe salir bien, Harry y yo hemos practicado todo el día lo que debemos decir, sobre todo él, lo tendrán en la mira. Por más que él diga que no, sé que será así. Es por eso que no quería volver aún, prepararnos más o tal vez convencerlo de irnos lejos, fingir también mi muerte e irnos del país.

Pero él no desea eso. Y aunque no me guste lo apoyaré en lo que quiera. Dentro de todo, sé que Harry desea hacer las cosas bien, enmendar sus errores, y ser personas nuevas, poder tener una vida tranquila juntos.

- Trata de dormir- susurra abrazándome.

- No puedo.

- ¿Quieres hablar de eso?

- Tengo miedo- digo llorando- me estoy cagando de miedo Harry, no quiero que te pase nada malo.

- Cariño, todo saldrá bien, nos creerán y podemos seguir con nuestra vida.

- No lo entiendes... Harry, si te pierdo a ti, lo pierdo todo.

- Mírame amor, todo saldrá bien, para los dos. Y cuando todo esto pase podremos ir a ese restaurante del que tanto me has hablado, ¿qué dices?

- Me encantaría- sonrío besándolo.

A mis padres los han trasladado a un penal de máxima seguridad en Finlandia, por lo que es imposible que los pueda volver a ver alguna vez. Dani es mi mejor amiga y la adoro, pero no puedo cargarla con todos mis problemas, en cambio Harry, es lo único que tengo y yo soy la único que tiene él.

Por mí no tengo miedo, no me pasará nada, de eso estoy segura de eso. A pesar de los problemas que ha tenido mi padre, la ciudad lo respeta por haberse sacrificado por mí, aún tiene poder acá, diga lo que diga no me harán nada.

Pero a Harry pueden con una sola palabra mal dicha o gesto mal hecho encerrarlo o herirlo. Y no permitiré eso.

Nos despertamos temprano y caminamos por el bosque, aprovechamos la lluvia de la madrugada para ensuciarnos, somos chicos que hemos sobrevivido en los bosques y pueblos desolados, no podemos llegar impecables. En lo largo de la caminata encontramos prendas en mal estado, apestando y muy sucias, nos las ponemos de inmediato.

Mientras caminamos hacia la ciudad sale el sol, no sé si es impresión mía pero nunca lo había sentido tan fuerte. Llevamos horas caminando, me duelen los pies, tengo los labios resecos.

- Estamos cerca- Harry sonríe débilmente- espero que no nos deshidratemos.

- Sería bueno para la historia, ya sabes, quedaríamos algo así como supervivientes.

- En cierta parte lo somos.

Seguimos caminando no sé cuánto tiempo, pero la cabeza me duele cada vez más, y Harry ha comenzado a vomitar. Decidimos parar unos minutos. La idea es llegar medio mal, no muertos. Nos echamos en el suelo y sin querer nos quedamos dormidos.

Amanezco en la cama de un hospital, Harry no está a mi lado, toco el botón de la enfermera, ella sonríe amablemente y se emociona de que este despierta, me pregunta lo que necesito.

- El chico que vino conmigo, Harry ¿cómo está?

- Estará bien, sólo estaban deshidratados. Después de que les tomen las declaraciones podrán irse a casa.

Parece que todo está yendo bien, ¿por qué sigo sintiendo esa presión en el pecho entonces? Como si algo malo estuviese a punto de pasar... Relájate Jenna, en unas horas iras a casa con Harry.

Entra un hombre de aproximadamente unos cincuenta años, toma mi declaración y hace algunas preguntas, lo que sucedió el día del secuestro, lo que me hicieron, por qué maté a ese hombre, mi contacto con Harry y como hemos sobrevivido todo este tiempo. A lo que digo le va restando importancia, me huele a que es por las influencias de mi padre.

- Bien, eso es todo Jenna- sonríe- en unas horas podrás ir a tu casa a descansar. Eres una chica muy valiente.

- ¿Y Harry? ¿También podrá irse conmigo?

El hombre se acomoda la corbata, está buscando cómo decir algo. Y eso no me tranquiliza nada.

Sindrome de EstocolmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora