#15

7.9K 426 41
                                    

Despierto al sentir un peso sobre mí, es Dani. Comienza a samaquearme y gritar para que me levante. ¿Por qué ha venido tan temprano?

- Diablos, ya me desperté, ¿qué haces acá?

- Esa no es manera de hablarle a tu mejor amiga, Jenna Steinfeld.

- Bien, ¿qué hora es?

- Casi las 12, vine a la hora que me pediste, pero no contaba con que estés de bella durmiente, si no despertabas en los próximos minutos iba a traer a Harry para que te despierte con un beso de amor... De esos que te gustan- dice moviendo sus cejas.

- No hablemos de él ¿sí?

- Ay no... ¿Ayer te trató mal?

- No significó nada para él lo que sucedió... Nada.

- ¡Vaya imbécil, te dije que no valía la pena!

- Lo sé, pero no necesito que me digas eso, yo necesito apoyo moral.

- Mi deber como mejor amiga es decirte lo que está mal, como ahora, Harry será muy guapo y misterioso, pero no vale la pena que te hagas tanto drama por él, lo que sobra en esta vida son chicos.

- Lo sé, pero me siento tan idiota. Jamás me había pasado algo así, Dani.

- ¿Igual iremos a la fiesta de Amber o prefieres que nos quedemos acá?

- Tenemos que ir donde Amber sí o sí. Caleb y todos deben de ver que ya no me importa.

- Esta bien... ¿Te levantas de la cama? Esperaré a que te bañes y te pongas más guapa.

Honestamente no tenía ganas de salir, ni cambiarme ni nada. Tan sólo quería echarme en mi cama todo el día y ver televisión o algo así. Pero no, no es momento para deprimirme, no hoy. Todos deben verme mejor que nunca.

Me baño y cambio rápido, observo la polera de Harry en mi closet. Queda un poco de su olor aún. Es cómoda y está haciendo frío. Podría usarla.

No.

No le gustas. No significas nada para él. Cree que eres una zorra.

Dejo la polera a un lado y me pongo una blusa ploma con unos leggins. Necesito estar con algo que me sienta cómoda, caminaremos mucho hoy.

Heath nos lleva al centro comercial, pero no al de siempre, sino a uno un poco más alejado, seguramente todas las chicas irán al que suelo ir con Dani, y no deseo encontrarme con nadie, en el camino pasamos por la casa de Harry, el beso pasa por mi mente, ¿cómo pudo no significarle nada algo que para mí lo fue todo? Desearía poder ser tan fría como él.

Esa estúpida canción se reproduce en mi mente sin poder pararla. Lo imagino conmigo, abrazados y riendo sobre lo tonto que es hacer una promesa de meñique, sobre cómo esa podría ser nuestra canción. La manera en la que me llamó "cariño".

Basta, Jenna. Se ha estado burlando de ti, sólo eso. Tienes que dejarlo ir. Mientras antes lo hagas será mejor. No vale la pena seguir pensando y sufriendo por él. No lo merece.

A unas pocas calles lo veo parado, para variar fumando. Mira hacia el coche, tenemos una conexión de miradas mientras el semáforo está en rojo. Parece apenado. No, él no siente nada. Sólo se divierte contigo y te hace la vida miserable. Se acerca al coche y le pido a Heath que por favor acelere apenas este en verde la luz.

Corre ligeramente un par de calles, intentando en vano alcanzar al coche. No quiero oírlo más. ¿Y si era algo sobre Gemma? No creo, hubiese insistido o gritado algo para llamar mi atención. Tengo que dejar de ocuparme de todo lo que hace.

- Nunca había visto así a Harry Styles- dice Dani asombrada- parecía arrepentido.

- No le creas nada, es un idiota.

- ¿Y si en serio quería decirte algo? ¿Disculparse tal vez?

- Dan, hablemos de otra cosa, ya estamos por llegar al centro- le digo cambiando de tema- creo que me compraré un vestido negro.

- Como siempre, evitando hablar de tus problemas – susurra.

- Harry no es un problema, es la hemorroide de mi vida, la cual debe ser exterminada, tú misma lo dijiste, hombres sobran.

Ella resopla y me sigue la conversación. Almorzamos ahí mismo y encontramos todo lo que necesitábamos. Llegando a casa nos arreglamos para la fiesta. Tengo que verme mejor que nunca. Tengo que brillar y demostrarles a todos que sigo siendo la reina, con o sin Caleb.

Y como meta personal, debo olvidar la atracción que tengo hacia Harry. 

Sindrome de EstocolmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora