capítulo dos

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heroes | david bowie

 Hoy me tocaba la segunda canción "Heroes" de David Bowie. Reconocía al cantante porque mi prima estaba obsesionada con éste, nunca paraba de hablar de él, como si fuera de esos temas o preguntas que siempre salen en las conversaciones y es inevitable ocultarlos.

 Todavía no había encontrado el "supuesto" mensaje secreto de la playlist que Elliot me había obsequiado, pero él había mencionado que a Colin también le gustaban las canciones, así que sabía que esa lista me recordaría a él, o por lo menos las canciones tristes si es que incluye alguna.

— ¡Hana! —gritó mi madre desde la planta baja.

— ¡Qué pasa! —le contesté con otro grito.

— ¡Tienes una llamada de Noelle! —mi reflejo fue levantarme rápidamente de la cama, pero terminé cayéndome y golpeándome la cara contra el suelo.

— ¡Vooooy! —grité. Empecé a correr y tomé el teléfono— Ya puedes cortar mamá.

 Mi madre cortó la llamada desde el teléfono de abajo, ahora sólo éramos Noelle y yo. Ella era mi mejor amiga, aunque ella viviera en Seattle y yo en Perth. Noelle era una persona a la que le confiaría mi nostalgia, la mayoría de mis secretos, pero no era lo suficiente importante para hablar de Colin, creo que nadie lo es y que nadie jamás lo será.

 El hablar de él ya me deprime, recordar su cabello, su voz, todo de lo que me recuerde a él me deprime. No, no me gustaba Colin, además, si Colin me hubiera gustado y se hubiera olvidado de mí, superarlo hubiera sido mi única alternativa.

 A veces nos enamoramos en los momentos menos indicados y tenemos que vivir con esos amores en el corazón y no en la vida. Creo que si me hubiera gustado Colin, que me olvide sería como una puñalada en el hombro: Duele, pero no te mata (a menos que la dejes desangrarse, en este caso, que no lo superes).

— ¿Hana? —la voz de mi mejor amiga me sacó de mis pensamientos, meneé la cabeza e intenté concentrarme en sus palabras, aunque en estos momentos fuera algo difícil.

— Perdón, ¿qué decías?

— Me enteré que Elliot está en Perth —mi amiga tenía un don para hacer las conversaciones incómodas—. ¿Lo has visto? ¿Sabes de él? —me preguntó con un tono algo extraño, como ansioso, intentando afirmar que yo lo había visto.

— Noelle, sabes que no me gusta hablar de lo que se relaciona con... —me interrumpió.

— "El Innombrable", Hana esto no es Harry Potter. No te estoy hablando de él, te estoy hablando de su hermano.

— Pero es su hermano, eso no cambia Noelle. Además no sé cómo sabes que Elliot está en Perth y por qué te interesa tanto —hice una pausa—. Sí, está aquí. Hablamos y me dio algo. Fin de la historia.

— ¿Qué te dio? —preguntó curiosa.

— Jura que no le dirás a nadie, prometelo —susurré para que mi madre no oyera si es que se encontraba cerca.

— Lo prometo.

— Me dio un... —bajé la voz— "playlist".

— ¿Un... Playlist? ¿De esos de música? —preguntó confundida.

— Sí, de esos de música. También mencionó a Colin, pero ¿sabes qué? No quiero hablar de eso.

— Tú nunca quieres hablar de eso... —murmuró.

— Por algo será —le corté. No quería hablar de Colin, menos en otoño, menos sabiendo que Elliot merodeaba por allí. Tomé la lista, me quedaban 9 canciones por escuchar, pero me gustaba escuchar una por día, era como una tarea diaria.

 No sé qué querrá decirme Elliot con esto, qué querrá advertirme, ni siquiera sé qué significa "tiene un mensaje oculto para ti". Es decir, sé qué significa "tiene-un-mensaje-oculto-para-ti", entiendo qué significan esas palabras, pero no el mensaje. No hablo del mensaje del playlist, sino del que me dejó Elliot.

 Lo peor de todo es que yo estaba consciente que si no lograba descifrar ese mensaje en el día, la noche estaría llena de acertijos, paradojas y lo peor de todo: Insomnio.


 "Sale al mercado el nuevo sistema operativo: Windows 98, ¿lo más esperado de este año?" "Andrés Pastrana es elegido como nuevo presidente de Colombia al derrotar a Horacio Serpa en la segunda ronda" "Se inaugura el primer tramo de la línea 8 del Metro de Madrid" las noticias son aburridas. Nunca me gustó leer los periódicos en las mañanas, tardes, noches o en ningún momento del día.

 Saber lo que pasa en esta sociedad es algo importante, sí, pero no lo demasiado cuando eres joven. Lo único que quieres hacer es salir de la realidad y vivir en una fantasía infinita que te haga olvidar los malos momentos y te traiga buenas vibras.

— ¡Hana! —mi madre gritó. Para mi madre gritar es como llamar por teléfono, su manera de comunicarse, lo único que el precio es cuando está afónica.

— ¡Qué pasa mamá! ¡¿Es Noelle?! —pregunté gritando, sino se quejaba de que hablaba muy bajo, pero yo no hablo bajo, ella habla muy fuerte.

— ¡No! —rodé los ojos, ¿qué pasaba si no era Noelle?— ¡Quería preguntarte si querías ver "Grease" conmigo! —preguntó.

— ¡Ya voy! —exclamé. Amaba esa película, no por John Travolta que siempre se veía bien, tampoco por la hermosa de Olivia Newton John. Creo que amo esa película por la trama, cómo las chicas son de una manera y los chicos de otra, es decir los grupos. No me gusta que sean todas iguales, me gusta la fidelidad que tienen entre sí, como nunca se separan pase lo que pase. Pero también debo admitir que en parte es por John Travolta en su juventud. Sí, estoy sonriendo.

 Bajé corriendo las escaleras, pero mi madre no estaba en la sala de estar, tampoco en la puerta de entrada. Cuando la veo, me doy cuenta que está preparando palomitas.

— Eh, Hana, prepara la sala de estar mientras preparo las palomitas —me dijo mientras subía el volumen de la radio. Empecé a acomodar, buscar el cassete de la película hasta que algo extraño sucedió.

"I, I will be king. And you, you will be queen. Though nothing, will drive them away. We can beat them, just for one day, we can be heroes, just for one day" —era la canción que tocaba hoy, Heroes de David Bowie, ¡era la misma!

— ¡Eh mamá! ¿De dónde sale esa música? —le grité mientras seguía buscando el cassette.

— De la radio Han ¿Te está gustando? —dijo y por el rabillo del ojo pude ver que estaba sonriendo.

— ¡Sí, pero te preguntaba porque ya la había escuchado anteriormente! —hice una pausa. Mi madre no sabía que había visto a Elliot, si le decía que había escuchado recientemente esa canción probablemente me preguntaría de dónde— Una amiga la estaba escuchando el otro día.

— ¡Oh! ¡Genial! —exclamó mi madre— Tiene buen gusto —ambas reímos.

— ¡Aquí estás! —exclamé tomando al cassette entre mis manos— Te he estado buscando —dije sonriendo maléficamente.

— ¡Hana, ya están las palomitas! —como un reflejo me tiré al sofá, me acomodé y le hice un lugar a mi madre, golpeando con la mano repetidas veces el lugar donde yo quería que se siente (y es más, se tendría que sentar, ya que era un sofá para dos personas).

 La película empezó, las palomitas se fueron acabando de a poco, duraron una buena parte de la película, pero no hasta el final. De a poco, cuando Sandy y Danny estaban cantando "You're The One That I Want" mis párpados fueron cayendo de a poco. Mi madre ya estaba dormida, pero yo quería ver hasta el último momento de la película.

 No lo logré. Ni siquiera la música logró mantenerme despierta, pero cuando me desperté, sentí olor a cigarro. Por alguna razón sonreí.

Playlist 11Donde viven las historias. Descúbrelo ahora