Carta número 200

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Me resulta muy jodido decirle lo que va a leer, por opte por escribirle.

Gracias por todo, incluso por los malos ratos,
Me forjó la razón,
Me hizo muy fuerte
Me restauró el alma y ahora estoy Cómo en equilibrio.
Mi memoria queda muy feliz de lo que vivió con usted.
Y como un día le dije: guardo cada detalle en una caja de recuerdos del tamaño del universo
Y se decir que nunca me cansaría de usted pero, ya sabemos... Es mejor así.

Gracias por sus abrazos, por la veces que me dijo que me quería  (fuera verdad o no)
Por sus besos, por todos y cada uno:
Desde el más chiquito Hasta el que duraba montones, 
Esos que nos cortaban la respiración,
Desde los suavecitos que apenas era simples roces Hasta los que llegaron a marcarnos los labios.
Y reiteró besa usted, jodidamente rico.

Lo quiero y querré siempre.
Se queda con mi amistad que aunque perjudicada sigue dando lucha y le auxiliará siempre que usted quiera y necesite.
Se vendrán más bonitos amaneceres para ambos, aproveche los que le tocan y con quien le toque.
No se cierra a la posibilidad de disfrutar el momento ,  los viajes se hacen mejores de a dos.

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