El tiempo me enseñó que hay cosas peores que un desamor.
Que el corazón aguanta los latigazos y forja escudos de protección.
Que eres más que una condición.
Que siempre hay algo bueno en tanto dolor.
Que cuando la conciencia despierta, nada es igual.
Que es duro saber valorar, pero no tanto como aprenderse amar.
Que todo llega justo a tiempo.